Brittainy Stewart El ambiente fuera del tribunal se siente tenso, lleno de murmullos, demasiado cargado. Y no ayuda que yo no sienta una gota de paz. La visión de los reporteros agolpados en la entrada me hace apretar la mandíbula, esto no es más que un caso famoso para ellos, la oportunidad de cubrir la noticia que rodea al gran George Rimmer, ahora sumido en desgracia. Los flashes de las cámaras estallan cuando nos ven a Peter y a mí. Y aunque intento ignorarlos, pasar desapercibida, es imposible, me reconocen. Sus preguntas no tardan en llegar. —Brittainy, ¿Cree que George Rimmer logrará salir libre? —Señorita Stewart, ¿qué tiene que decir sobre la relación que tenía con el hijo de George Rimmer? —¿Esto toma un carácter personal porque ahora todas las empresas son suyas? No