Muerdo el croissant de chocolate mientras Eric me mira. Sé que quiere un poco, pero no va a pedirme porque está muy volcado en su nueva vida fitness. El entrenamiento del equipo sucede frente a nosotros y ambos estamos sorprendidos de que el entrenador no nos haya echado. Supongo que ya se ha dado por vencido. - Eres una mala amiga -dice mordiendo su barrita energética. - Eric, comer esto es lo mejor del mundo. No me importa engordar mientras siga estando saludable. - No digo eso, simplemente esperaba que me apoyaras un poco. - ¿Quieres un poco? No se lo diré a Lucas. Mi amigo me arrebata el croissant de las manos y le da un gran bocado. - Que le den a la comida sana, esto está muy bueno -lo saborea. - ¿Vas al gimnasio con Lucas? - Sí. Lucas se ha mudado a Notre Dame y ahora está