Tracy Hubiera preferido que me maten y no tener que estar siendo privada de mi libertad, junto a esta loca desquiciante. Aún no puedo creer que los hombre y mujeres lobos existan. Siempre creí que eran una especie de propaganda tonta que había inventado alguien bastante fumado. Pensaba, bueno un hombre fue al bosque y fumó una hierba potente o quizás consumió unos hongos poderosos, vio un lobo y las drogas hicieron su magia. Pero no, al parecer alguien en verdad los vio y trato de advertirnos. De igual manera, apostaría dinero a que mi hombre era inofensivo, aunque no apostaría nada por la histérica a mi lado. Una vez la impresión cesó, caí en cuenta del error que fue llamar a la policía. Fue como decirles “¡Oigan ustedes, vengan por mi!” un movimiento para nada inteligente. Y a