Robert No tenia ni un jodida idea de cuanto tiempo hemos estado buscándolas, mis patas duelen y estoy cansado. Pero no me puedo rendir, debo seguir buscándolas, hasta dar con ellas. Johan las ha estado rastreando y estamos por llegar a los limites de la ciudad, aquí solo hay casas de campo y fabricas abandonadas. No me extrañaría si el niño de oro las trajo aquí. Incluso era la mejor opción lejos de los testigos, lejos de todo. Lo único que me alentaba a seguir y no parar a descansar, era las ganas de despedazarlo que sentía . Iba a arrepentirse de habérselas llevado. Cuando la sirena empezó a sonar, podía oírla, aunque sea un leve susurro en el aire. Debería estar con mis compañeros, encargándonos de apagar el incendio y tratar de sacar con vida a los heridos. Solo esperaba q