Capitulo 7

1009 Palabras
Megan ¿Qué he hecho? No puedo creer que acepté salir con él. Dios esta como quiere, pero apenas lo conozco. Me sentía intimidada por tres macho alfas, pero uno de ellos fue quien más me atonto. Jack Henderson, es sexy como el infierno pero debería venir con una advertencia. Conozco a los de su tipo, arrogantes, machistas, altamente posesivos y una verdadera adicción. Me prometí hace años evitarlos tanto como evitaría un Martini hecho por Susan, es decir a como de lugar. Pero aquí estoy aceptando una cita, nunca aprenderé. Desde que llegue a casa de Susan solo pienso en una excusa para no ir, pero eso sería grosero y mis padres no me educaron así. ¿A quién engaño? Me encanto ese hombre, pero no puedo lanzarme a él. Son las siete y ya estoy lista, no es que me haya esforzado, será algo de una sola vez. —¿Te arreglaste un poco? — suspiré, sabiendo que Susan no pararía hasta saber cada detalle. —Debo salir Susan—aún no le he contado de la cita —¿Con quién? ¿Lo conozco? Megan por Dios tú nunca sales y no lo harás así. Si esto es una cita no te dejaré salir luciendo como mi abuela. — abrí mi boca, sintiéndome algo indignada. —No estoy tan mal— miré mi vestimenta y es algo cómodo. —Tampoco está bien, ven conmigo te pondrás algo mío y mañana iremos de compras. —Solo es una salida, él ya me vio en fachas cuando lleve las galletas—digo sin pensar. —¡Oh por Dios! ¿Saldrás con un bombero? Ahora si no hay forma que te deje salir así. Veamos— dice revolviendo un montón de ropa— Este, este se verá perfecto— es un vestido bonito, pero es demasiado corto y escotado, a comparación con los que usualmente uso. — No. —¿Qué quieres decir con no? —Es muy corto y escotado, pareceré una cualquiera. No quiero darle la idea equivocada Susan, saldré con él por primera vez. —Primero. Auch. He usado ese vestido en dos oportunidades. Y segundo, sé verá perfecto en ti. Por favor póntelo— suspirando me dirigí al baño con el vestido. Una vez que salí, sus ojos parecen salirse.—Lo sabia luces perfecta, ahora me encargaré de tu cabello y tu maquillaje. —Sigue sin convencerme— aunque mirándolo en el espejo, luce muy bien. —Tú confía en mí, lo volverás loco.—Ese era el problema, no sabía si debía volverlo loco, ya tenía uno tras de mi. Luego de una hora de tortura ella está conforme con el resultado, me ha convertido en una muñeca Barbie a la que vestir. El timbre suena y mi corazón deja de latir, aún podría no ir. Pero Susan tiene una sonrisa gigante. —Yo iré, ya no puedes huir Meg— corre a abrir la puerta. Escuchando las voces me acerco a la puerta y lo veo antes que él a mí, está más hermoso de lo que lo recordaba. Pero cuando sus ojos conectan con los míos, agradezco a Susan por obligarme a poner este vestido. Sus ojos son fuego puro y promesas que estoy segura dejaré que cumpla. —Ángel, estas increíble—dice con voz ahogada—incluso esa palabra se queda corta. Si, ahora comprendo por que es bombero, sabe como manejar el fuego. Miro a Susan quien tiene sus ojos en Jack y puedo jurar que veo el mismo ardor que siento. Es que, ¿Qué mujer no se siente atraída por este hombre? —Gracias Jack, tú también te ves muy bien-más que eso. —Gracias ángel ¿Estás lista? —Estoy lista— tomo su mano y tengo el presentimiento que este hombre me manejara a su antojo, lo peor es que sé que no me resistiré.                           (***) —No puedo creer que vinieras todo el camino desde Portland ¿Qué te hizo tomar esa decisión?—siempre preguntan lo mismo y siempre uso la misma excusa. —Quería un lugar diferente pero tranquilo y aunque mi familia esta allí, siento que es aquí a donde pertenezco. —Eso es bueno, yo nací en un pueblito aquí cerca, cada tanto vuelvo a ver como van las cosas, pero aún no puedo volver. —¿Y eso por qué?— vi la ilusión en sus ojos y desearía conocer ese lugar. —Vine buscando algo, y no me iré sin ello. —¿Qué cosa? —Eres curiosa ángel, pero eso te lo contaré más adelante.— debió ver algo en mi cara por que sonrió, y si antes dije que era atractivo, ahora esa palabra no alcanzaba para describirlo.— ¿No creerás que te libraras de mí? No ángel, seguiremos viéndonos. —¿Por qué?— no lo entiendo apenas me conoce. —Porque te encontré ángel y planeo conservarte. —No soy un objeto Jack, además no me encontraste, yo te encontré.— yo fui a la estación, aunque él me rescato antes. — ¿Y me botarás? Eso no es agradable ángel. —Em no... Es decir, no te botaré. Espera ¿Qué?— llegado a este punto ya no sé que sale de mi boca porque está sonriendo de nuevo y solo puedo pensar en eso. ¡Dios! Este hombre me convierte en una adolescente demasiado hormonal. — Tranquila ángel, vayamos paso a paso.—estoy por responder, pero mi teléfono suena, interrumpiendo el momento. En cuanto miro el mensaje enseguida me arrepiento ¿Cómo sabe siempre donde estoy?. Leo una y otra vez, solo seis palabras que me congelan. "Sal de ahí, eres mía lobita" —¿Sucede algo malo ángel?— debo lucir asustada por su cara de preocupación. —No, no te preocupes, pero creo que ya  deberíamos irnos.—ya no estoy sintiéndome tan segura. —No lo haremos ¿Qué decía el mensaje? Te has puesto blanca y luces verdaderamente nerviosa. —imaginaba que lucia de esa manera. —No es importante Jack, solo que aún estoy reponiéndome y no quiero forzarme. —Megan, sé que sucede algo, estabas cómoda y alegre y ahora pasas a estar nerviosa y asustada, no soy tonto.— sabía que tenia razón, no podría esconder esto por siempre. —Ten, míralo por ti mismo—digo entregándole el teléfono. Sé que esto va mal porque sus ojos que son grises, adquieren un color ¿Amarillo?. Decidido, me he vuelto loca.
Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR