Abril -No dormiremos en la misma cama- sabía que no debía aceptar venir con Ryan. -Abril, la cama es grande y cabemos los dos, ni cuenta te darás que estoy a tu lado- claro, como si eso fuera fácil. Estoy tan malditamente atraída por el que lo sentiría multiplicado. -Bueno tú quédate con la cama y yo me iré al sillón- tomé la almohada y comencé a caminar, solo para ser detenida por un brazo. Cuando quiero acordar estoy acostada en la cama, con Ryan abrazando mi cintura. -Duerme conejita, necesitas descansar- maldito. ¿Cómo se supone que lo haga cuando siento su excitación en mi trasero? -¿No que no me daría cuenta? Me estas apoyando- gruñí molesta, pero parecía no estar dispuesto a soltarme. Pocos minutos después mientras voy quedándome dormida lo siento besar mi cabeza. Tramposo,