Sila El maestro Carlos Minor se presentó en la puerta de casa de mis abuelos dos días después de que mis padres tomaron la decisión de ponerme un tutor privado en casa que me educara, lo que fue el mejor regalo que ambos pudieron hacerme. Carlos, un profesor que llevaba años dando clases a domicilio, tenía la fama de ser tan bueno que la mejores universidades lo llamaban para dar clases pero, también de ayudar a sus alumnos a entrar a las mejores universidades tanto nacional como internacionalmente, por lo que mis padres no duraron en llamarle ya que fue altamente recomendado por todos. Cuando entró, mis padres y yo nos pusimos de pie de inmediato y mi abuelo se acercó con el bastón para darle la bienvenida como si fuera un viejo conocido. Después nos presentó y cuando sus ojos se posar