ALEJANDRO Es lunes, llego a la facultad y busco a Sofía, pero no la encuentro por ningún lado, ya fui a sus clases, pero tampoco está, necesito hablar con ella y decirle que lo que siento es de verdad, que, aunque parezca mentira, la única realidad es que pienso en ella todo el día, que me encanta mirarla, y perderme en el brillo de sus ojos miel, y cuando no estácerca de mí la extraño. – Alejandro – dice Luis tras de mí, me giro y lo miro con una caja de chocolates en las manos, seguramente son para Sofía, Luis no quita el dedo del renglón y está haciendo todo para cortejarla. – ¿Qué haces aquí? – pregunta mirándome afuera de una de las clases de Sofía – Estoy buscando a Sofía – digo con firmeza, el me mira fijamente, no creo que tarde mucho en darse cuenta que yo también estoy intere