ALEJANDRO Hace unos días Sofía se entregó a mi por primera vez, debo decir que nadie ha podido quitar la sonrisa de mi boca en estos días, Cuando la veo me la quiero comer a besos, me muero por tener su cuerpo desnudo de nuevo, pero tenemos demasiado trabajo y no hemos podido hacerlo de nuevo. Si por mi fuera, no iría a trabajar ni saldríamos de la cama, la amo demasiado, ahora ella es mía completamente y si antes no le falle, ahora menos. Llego a la asociación y entro, al llegar al ultimo piso miro a la secretaria de mi padre, me hace pasar y entro a su oficina, el me mira y me abraza, me hace señas para que me siente y lo hago frente a el – Me mandaste a llamar papá – digo y el asiente – Si hijo, ¿como estás? – pregunta y recuerdo el hermoso cuerpo de Sofía – Muy bien papá – digo