— ¡Ya es navidad! — Chilló, Paola por la ventana de Emma. — Sí, todos lo saben, ya cállate y no me avergüences más. — Pidió aun recostada y envuelta en su cobija. Emma regresó al día siguiente a casa, dejando a Pool en mucho mejor estado, Sebastián hizo de chofer y la llevó con todo el cuidado posible hasta casa. Sus padres la recibieron no tan angustiados gracias a que Jake había pasado esa misma noche a ponerlos al tanto de la situación, así que solo le llamaron la atención por irse así de la nada, acordémonos que Emma aún debía estar en constante chequeo por el tema de su situación. Emma ya había dejado las pesadillas y esos enormes garabatos que hacía en los cementerios desde hace mucho, exactamente desde que Anna reveló quien era, ella y su hermano, poco antes de querer