El plan de la venganza
El viejo que había sido consultado en la primera reunión, al igual que el tío abuelo de su nieto, había expresado el deseo de que las cosas se hicieran discretamente, pero nadie siguió ese camino.
—No te preocupes tanto —le dijo Salvatore, sentándose a la mesa donde los dos hombres iban a cenar—. La chica está en Francia de todas formas.
—Sí, Vincenzo ha renunciado a hablar con los asesinos de sus padres para quedarse con su esposa y retrasa su regreso. Es solo que hoy en día las noticias pueden acabar en cualquier sitio…
Salvatore suspiró largamente.
—Estoy de acuerdo, pero ¿escuchaste la exigencia de todos? Además, la chica sabe mejor que nadie cuán culpable es su padre, acabará entendiendo nuestro gesto.
—Espero sinceramente que tengas razón…
El jefe de la
