Capítulo LI C APÍTULO LIY último El destino de todos aquellos que han figurado en este relato ya casi se ha cumplido, y lo poco que le queda por contar al narrador puede resumirse en unas pocas y sencillas palabras. Antes de que transcurrieran tres meses, Rose Fleming y Harry Maylie se casaron en la iglesia del pueblo, que desde ese momento iba a ser el escenario de trabajo del joven clérigo. Ese mismo día tomaron posesión de su nuevo y feliz hogar. La señora Maylie se trasladó a vivir con su hijo y su nuera para, durante el resto de su tranquila existencia, disfrutar de la mayor felicidad que la edad y la dignidad pueden conocer: la contemplación de la felicidad de aquellos a quienes continuamente se les han dedicado los sentimientos más cariñosos y las más tiernas atenciones de una v