El príncipe del Inframundo [#3]

Narradora: La vida es igual a la ruleta de juegos en un festival, girando del mismo modo para ganar, la unica diferencia es que por más que gira y gira esta no se detendrá jamas, ademas va por el mundo quitando pero nunca dando, es idéntica a la montaña rusa en los parques de diversiones y cuando menos te lo esperas te toca bajar, es similar a estar en la cima de las nubes y a caerse de ellas, es un manojo de complicaciones que nunca terminas de entender, al final es el mismo infierno. Y en diversos momentos cuando dicen que es dulce, concluimos más tarde que temprano que es todo lo contrario. En ocasiones es mejor si no la entendemos aun cuando nosotros mismos estamos ansiosos por comprender al universo entero. [Hay cosas que ni deseando podrás obtener.] Algunas personas lo entienden rapidamente pero, otras tardán años en entenderlo y es que en verdad cuesta comprenderlo, más que nada el problema de todo esta en la gente y siempre reside en grabarlo en la mente. »¿Amor? ¿Quién lo necesita?.« —porque, yo no. Viví sin el... ¿Por qué habría de requerirlo? Si no era requerida y su nombre no existia. ¿Quien era ella? sobre todas las cosas ¿para que existia? ¿acaso tenía o había un papel que cumplir en el mundo? ¿su existencia era en realidad necesaria? Quién crece en amor, buscará amor pero quién crece sin el... ¿Qué busca? *Flashback* Era el día más esperado en la vida de cualquiera, la reina daría a la luz, el rey no podía estar más que gustoso y ansioso al mismo tiempo por sostener a sus preciadas hijas en sus brazos por primera vez, sin embargo, esta felicidad duro demasiado poco para ambos reyes. —Mi reina, una de ellas es una humana. Con esa simple oración, el destino de una de las recien nacidas e hijas de la vampira fue sellado, intencionalmente o no, pero así fue marcado. Y la otra es una vampira, sin embargo, no podrá sobrevivir—menciono el hombre que atendía trayendo un inmenso dolor sobre la familia de ambas bebes, ¿como era posible que su alegría se viera destruida en un instante por unas simples palabras? El individuo le dirigió una mirada de pena a ambos vampiros, la noticia era una desgracia para el reino y sin darse cuenta de sus acciones él sello el destino de ambas niñas esa misma noche. La desgracia misma cayo encima de los reyes, sus descendientes morirían. Y la tristeza no tardó nada en abrazarlos, debido a que era demasiado grande la misma reina no pudo evitar derrumbarse en los brazos de su marido mientras lloraba. —No se preocupe mi reina, de algún modo buscaré la manera de salvar aunque sea a una sola de sus hijas—menciono el hombre con una voz amable, cualquiera que le escuchara estaría seguro de que buscaba simplemente traerle un consuelo a la reina y darle aunque fuera un poco de esperanza. [...] No tuvo que pasar mucho tiempo antes de volver a presentarse ante la dama, unos cuantos meses recluido en su habitación bastaron para encontrar una solución, al estar enfrente de la reina se postro a sus pies y expuso un plan que podría cambiar absolutamente todo. —Es la única manera—musito el individuo inclinado, la dama aparto la mirada del hombre dirigiendo sus ojos al par de cunas en los cuales descansaban sus preciadas hijas, el rey a su lado sin pensarlo se expreso—Tiene que haber otra manera—la fría voz del rey resonó en la habitación. El sujeto arrodillado agacho la cabeza aún más mientras negaba avergonzado por no ser capaz de hallar una mejor solución, entonces la reina se puso de pie, lentamente se acerco a las cunas, dos nenas sonreían y su corazón se hizo trizas, tragándose el dolor abrazo a una, paso a paso se fue alejando. ¿Qué estas haciendo?—pregunto el rey al ver las acciones de su mujer, la dama sonrió y musito—lo que tengo que hacer para salvar a mi hija. El hombre en verdad no podía creer lo que escuchaba de los labios de su mujer, ella que con tanto amor las espero a ambas, ¿podría transformarse en un ser tan cruel?. —Ambas son nuestras hijas—bofiro el hombre con enojo—¿Estas segura de tu decisión?—aunque fuera el padre de ambas bebes antes que un padre, era un rey y antes que un rey era el padre de su pueblo, las elecciones de la reina siempre eran seguras. ¿En verdad era lo mejor? [...] Una hora paso aproximadamente y al fin la decisión se tomo, no existía algo que pudieran hacer, sus acciones probablemente se verían de lo peor delante de muchos, sin embargo, habían cosas que se tenian que realizar, muchas veces habían sacrificios que eran necesarios —Llevate a Aitana—ordeno la dama a la sirvienta, la mayor rapidamente se acerco a la niña y la tomo en sus brazos—Aitana nacio muerta, Ainara es mi única hija—agrego la mujer, luego de esto la anciana prosiguió a abandonar la habitación junto a la pequeña Aitana sin mirar siquiera atras. Ese día la reina borro de su memoria que tenía dos hijas, quedando así solamente la existencia de una "Ainara" la flor de su bello imperio. *Fin del flashback* —Abandonaste a tu hija—comento la nana de las gemelas, aunque esta nunca estuvo contenta con lo que su reina hizo no pudo llevarle la contra la dama, sus ordenes eran absolutas, no podía desobedecerla, la dama al oírla le regalo una mirada molesta con la cual le recordo a la nana su lugar y sin decir una sola palabra abandono el lugar. Nadie se dio cuenta que desde el rincón la pequeña Aitana pudo escucharlo y que en silencio como siempre se limito a observar, con apenas 7 años y con una compresión que eligio tener, la pobre no sabia si estaba maldita o bendecida por su gran inteligencia. Ella sabía que si desaparecía se daría cuenta de su ausencia pero, si la desaparecida era su hermana gemela Ainara, el mundo entero se volvería un total caos. ¿Porque la situación era distinta con ella? Y hasta este instante la razón de sus desgracias aún eran desconocidas. [...] —Aitana ven aquí—le llamo su nana entrando a la habitación justo el mismo día que lo habia hecho el mes anterior, al igual que el antepasado y los otros pasados, la nana extendió su mano esperando que la pequeña le diera la suya y por extraño que sea lo que le pide, ella nunca suele desobedecer. Lentamente extendió su mano y cerro los ojos en espera de que todo terminara rapidamente, sus sentidos se expandieron lo cual le permitió sentir el frío metal que paso por su piel, la daga hizo un corte y un liquido pegajoso y rojizo se deslizo al envase de la nana, Aitana en ningun momento abrió los ojos. ¿Porque necesita hacer eso? ¿La sangre es tan valiosa? Incluso si la niña desconocía lo que le hacían y el porque su nana realizaba esta acción, sabía perfectamente que su nana venía por su sangre. De la misma manera en que la mujer entra, sale, no se despide tampoco la acaricia, últimamente lo ha notado, su nana se ha comportado más extraña de lo normal. Aitana creía que era un pago por lo que tenía, así que realmente no sentia mucha curiosidad acerca de para que la usaban, al fin y al cabo era mejor adentro que afuera, puesto que aquí tenia todo y a fuera no era nadie, el mundo exterior estaba rodeado de seres peligrosos, el único sitio seguro era el palacio de su madre. ¿Porque madre me desprecia? ¿Porque nunca me visita? Incluso si tiene dudas, nunca realizara preguntas que no deba, si quiere conocimiento puede adquirirlo en la biblioteca, si quiere respuestas solo debe esperar en el oscuro rincón, en algún momento las respuestas llegaran por si solas, siempre ha sido de esa manera. Conforme pasa el tiempo, su cuerpo se siente menos cansado, el sueño tambien se ha esfumado, una vez que se siente mejor se esfuerza en sonreir aun a sabiendas que nadie la vera, de nuevo oculta en el rincón espera la respuesta a la pregunta soñada, las sirvientas hablan y hablan en susurros. —¿Porque sigue la humana en el palacio?—pregunta la mujer a la otra. La chica a su lado murmura despreocupada—¿No es claro?—murmura—la niña Ainara necesita la sangre de su gemela para vivir, sabes bien lo enferma que ha estado desde su nacimiento, obviamente la reina espera la fiesta de mayoria de edad, ese día finalmente la niña Ainara podra vivir como cualquier otra luego de consumir su sangre por completo. —Es un poco triste, ¿no lo crees? Esta fue la primera vez que escucho algo nuevo y extraño como esto, durante muchos meses ha oído distintas opiniones pero jamas las palabras que ambas han comentado como si nada, lo que más capta su atención, es lo último que menciona la chica. ¿Que es lo que es triste? ¿y porque lo es? Más importante que eso, ¿de que están hablando ellas? —Guarda esos sentimientos, entiendo que apenas te acostumbras a tu nueva vida pero nosotras no podemos ni debemos sentir lo que los humanos si—menciono la mujer de manera despiadada, mientras tanto la otra joven asintió con la cabeza rapidamente y musito en voz baja un pequeño—comprendo. El cuerpo de Aitana tiembla ligeramente, en el fondo no puede comprender las cosas por completo, a paso lento y sin hacer mucho ruido se desliza por debajo de las sillas abandonando el rincón junto a su pequeño corazón, una vez de regreso no hay mucho que hacer por ende su cabeza viaja a la platica de ambas mujeres, una tras otra vez no puede dejarlo pasar. ¿Consumir? ¿A que se refiere con consumir? ¿Qué es lo que esta pasando? ¿Acaso tiene algo que ver con la razón por la que madre no viene a verme? ¿Ainara esta enferma? La pequeña dama desconocía sobre varios hechos y realmente moría por descubrirlo todo de una buena vez, si ella lo averiguaba entonces podría dejar ¿aceptar el destino con el que nacio?, la nana suele contarle viejas historias al anochecer, todas tienen algo en común, esto es lo que los humanos denominan "destino", nana cuenta que los seres nacen con un proposito por eso son valiosos y cuando su proposito en la vida acaba, finalmente llega a su fin su vida, otros seres nacen con demasiados propósitos por eso su vida es muy larga, tambien le menciono que el suyo algún día lo descubrirá. Debido a su enorme curiosidad solo puede pensar en la biblioteca, las palabras desconocidas que ambas damas han comentado seguro se pueden encontrar en la gran biblioteca, nuevamente se escabulle en secreto, silencia cada paso que da, si su nana se entera posiblemente la castigue, en el gran palacio no se permite andadas sin haber avisado con anterioridad, lo cual es demasiado raro, una vez que se halla enfrente de la puerta no lo piensa dos veces, con ambas manos empuja la puerta e ingresa, detras de ella cierra minuciosamente asegurándose de no hacer ningun ruido. En este lugar su corazón es el primero en perderse porque la respuesta a todo llega, esas preguntas que no podía borrar de su cabeza finalmente se responden, al hacerlo queda un vacio enorme junto a una enorme soledad que se instala, con cada palabra que leía más se daba cuenta de que no era requerida, no era más que una simple herramienta para su familia. ¿Por esto no eran capaces de visitarme? ¿Por eso me han abandonado, han dejado mi existencia entre las sombras? Al final, ellos no podían ser considerados "Familia" porque sus intenciones y el poco cuidado que ha recibido no es gratis, todo tiene un precio, tarde o temprano le exigirán que los pague, ¿como? es demasiado sencillo, ellos planean hacer uso de su vida y ni siquiera planean regalarle una mirada, todo de principio a fin sigue siendo para su gemela. Y por extraño que parezca, esta herida, tambien furiosa pero al mismo tiempo inmensamente triste, en los libros estos adjetivos calificativos son denominados "sentimientos", más el único sentir que conocía era la desesperación misma, durante este tiempo supuso que era por estar en una mansión tan inmensa en la cual debía actuar como sino existiera. Dos lagrimas escurren por su mejilla, su corazón palpitante solloza junto a ella, ahora puede ver lo pequeña que es para el mundo y el futuro imaginado se ha quebrantado, no tiene un futuro porque ellos se lo han arrebatado, con sus manos en forma de puño pasa sus manos por su rostro frotando de está manera fuertemente mientras busca borrar cualquier indició que revele que ha llorado. —Ustedes son los que me necesitan, entonces ¿porque demonios siguen tratándome mal?—grita dentro de su cabeza con todas sus fuerzas, se muerde los labios y reprime el llanto. La verdad era demasiado cruda y dura para poder digerirla desde el comienzo, sin embargo, era la realidad, no una dulce mentira bañada en miel, su madre no estaba ocupada como la nana le había contado, si su madre no acudía a verla era porque no quería hacerlo no porque no pudiera, seguro en algún lugar de la inmensa mansión estaba corriendo y riendo junto a su dulce, tierna y gemela Ainara. Ese día se perdió algo que no se puede recuperar con nada. [...] Desde entonces se dedico a observar a cualquier individuo que apareciera enfrente suyo, conforme pasaban los días aprendió a darse cuenta de que ni siquiera la mitad de las facetas que ellos habían hecho, era lo que ella había realizado durante su corta y significativa vida. Reían Gritaban Enojaban Sonreían Según el libro en el viejo estante, las personas sonríen cuando realmente tienen la necesidad de hacerlo, una sonrisa es algo natural que se forma en los labios cuando le suceden cosas buenas o cuando son muy felices. Tras haber salido de la biblioteca le surgio una duda, sin pensarlo dos veces se dirige al cuarto de la nana, tal vez esa mujer pueda darle una respuesta satisfactoria, abre la puerta lentamente y a un costado de la cama pregunta—¿Nana, que es la felicidad?—la mujer repentinamente la observa consternada, no sabe que responderle a la joven señorita. ¿Como puede explicarle lo que significa "felicidad"? Literalmente es la primera ocasión en que la joven señorita acude a cuestionarle algo, nunca cuestiona, siempre es la niña obediente que hara las cosas sin cuestionar, sin saber como responderle suelta un largo y angustioso suspiro, de pronto se le ocurre una idea—Cuando lo sientas, lo sabras—suelta sin contemplar las consecuencias de sus palabras, aunque es un tono muy bajo Aitana es capaz de escucharla perfectamente. ¿Y cuando lo sabre?—su mente quería algo concreto, aun cuando entendía que no lo encontraría. [...] Han pasado unos años y el momento indicado que tambien se ha esperado finalmente llego, Ainara esta noche festejara su mayoria de edad esta noche de luna sangrienta, ambos reyes lo mandaron a preparar todo con anticipación, hoy todo tendría un final feliz. La espera me estaba matando, me he cansado de esperar y esperar. Por fin todo terminara. —He de decir que es un poco estupido pero, los he esperado, pense que si creía aunque fuera un poquito me darían un poco de amor, reaccionarían y se darían cuenta que yo tambien soy parte de esta familia—murmura frente al espejo quebrado, de sus ojos no caen lagrimas, en ellos solo hay una tremenda oscuridad, su debil figura se ve cubierta con el elegante vestido negro, las huellas que han dejado en su piel con las agujas y los golpes son resguardados por las largas mangas. A pesar de ser una noche esplendorosa, Aitana estaba harta. La luna estaba en su punto más alto y ella ya no iba a quedarse callada. ¿De verdad es tan importante la sangre que corre por mis venas?—Su memoria no fue capaz de desechar ese inutil pensamiento a pesar de que habían transcurrido varios años—Entonces, deben suplicar por cada gota de sangre en mi cuerpo. Narra Aitana: Morir ya no me aterra, ahora me pregunto;¿como es la muerte? ¿sera un hombre de traje negro apuesto o una mujer vestida de negro elegante? —Miedo—esa es una palabra muy interesante que en verdad ansió poder entender. Lamentablemente no tengo el honor de conocer ese sentimiento. Lleve una vida esperando por un poco de aquello que ella tiene, sin embargo toda espera tiene un límite y la mía hoy termina. Paso a paso me acerco cada vez más al final de todo, sin miedo ingreso al salón en el que el mayor evento se lleva a cabo, un joven ofrece bebidas, de su charola tomo una copa y brindo en silenció. —Por mi, por ti, por nosotras. Y la vida que llevaras sin mi—Si es que existe esa vida, miro al techo, suelto un suspiro, el enorme candelabro y la gran multitud de vampiros en el gran salón. ¿Cual va a ser la cara que pondrán?—me pregunto internamente, las comisuras de mis labios se curvan formando una sonrisa pequeña, me estoy emocionando como no lo había echo hace mucho, mis manos tiemblan levemente por lo mismo, esta sensación ¿acaso podría ser lo que ellos nombran "felicidad"?