Cuando te fuiste.

Presente.   3… 2… 1 Acción -¡Laia he dicho acción! -Escucho como grita el director al fondo del set de grabación Estamos en la ciudad del cabo, filmando mi última película “Desatinos del amor” una estúpida comedia romántica en donde dos chicos de secundaria se enamoran y se desenamora, pelean y vuelven, son tóxicos, dañinos, pero que al final se dan cuenta que están hecho el uno para el otro, y entonces mágicamente todo sale bien, y tienen su final feliz de cuento de hadas Todos aquí sabemos que la película será un éxito, es más, estamos seguros de que así será, por que al fin y al cabo eso es lo que vende, los malditos y mentirosos finales felices, es eso lo que todo el mundo quiere ver, la fantasía de una realidad que solo unos pocos tienen la dicha de disfrutar Creo que de cierto modo, si la película no fuera a ser un completo hit, no habrían invertido los 50 millones de dólares que mi manager pidió a la productora para que yo hiciera parte del filme -Linda, eres uno de los rostros mas frescos, bellos y talentosos de Hollywood-Dijo Anthony, mi manager, citando el encabezado de la próxima revista Teen, en donde yo, con poca ropa, soy la portada -¿No te parece que estas exagerando? -Recuerdo haberle preguntado en cuanto me había dicho la exorbitante cantidad -Si te quieren ahí, eso es solo que tendrán que pagar, yo no voy a dejar que te regales, mi trabajo es ese, conseguirte los mejores tratos-Aseguro mientras me acariciaba la barbilla con su dedo pulgar -Seguro-Di fin a la conversación, sabia que Anthony lo hacía porque de ahí salía su comisión, y entre más dinero me pagaran a mí, mayor iba a ser su comisión, y bueno, no iba a seguir reprochando este asunto, al fin y al cabo, él era el que sabia que era lo mejor para mi De hecho, todos parecían saberlo… Todos menos yo -¡Laia! -Alguien me estremeció, y fue entonces que caí en cuenta que había perdido la noción del espacio, mi cabeza estaba claramente muy lejos de aquí, de este set de mierda y de todas estas personas condescendientes -Lo siento ¿En qué escena vamos? -¿Quieres un respiro? -Me miro con el ceño fruncido, obviamente estaba cabreado, y era mejor darle la respuesta que él quería, por que sabia que la amabilidad que en este momento estaba derrochando me la iba a cobrar más tarde, con horas extras, o lo que fuera que encontrara para darme mas que hacer, por que así era esto, o hacías lo que debías en el momento en el que te mandaban, o después las cosas irían peor, este era el precio de estar frente a una pantalla, este era el precio de la fama -No ¿Dónde está Charles? -Charles era mi coprotagonista, y mi novio hacía dos años, al parecer buscar querido que la supuesta química que había entre nosotros pasara a la pantalla grande -¿Me llamabas baby? -Ugh odiaba cuando Charles me decía “Baby”, sonaba ridículo, e incluso un poco insolente-¿Preparada para la escena? -Me susurro -Un minuto Laia-Sentencio el director, de quien no recordaba el nombre, mientras nos dejaba a Charles ya mi a solas -¿What? ¿Cuál escena? -El pánico se acababa de apoderar de mí, y entonces todas las líneas que había estudiado la noche anterior se re borrado absolutamente de mi cabeza -Laia ¿Estas aquí? ¿Qué pasa? -Charles me puso las manos en los hombros mientras me miraba fijamente con sus azules y gélidos ojos -Me siento un poco mal -Vas a tener que tomarte algo, no quiero que vomites mientras fingimos que tenemos sexo -¿Hablas de esa escena? -Abrí los ojos preocupada Las escenas de sexo no eran precisamente mis favoritas, de hecho, la ansiedad cuando sé que me toca hacer un desnudo me carcome la cabeza y los sentimientos, cada vez que las interpreto algo entro de mi se siente sucio, como usado… Y aunque con Charles ya lo he hecho antes, en nuestra intimidad como pareja, esto no deja de ponerme nerviosa, por que por el contrario a todo lo que las revistas de chismes aseguran, yo solo he tenido dos novios, y el segundo es Charles , yo no soy una chica experimentada, no soy una chica segura de mi misma, y aunque las cámaras y las revistas de chismes mientan y muestren lo contrario, yo se que por dentro me estoy muriendo -Las píldoras-Susurre cayendo en cuenta de lo que me había olvidado -¿Cuales? -Las de la ansiedad-le respondí a Charles, era por eso que me sentí tan mal, no me había tomado la dosis de hoy, sin mencionar que el psiquiatra me había prescrito otras tantas para cuando sintió que había más presión de la normal- Ya vengo -No tardes, no me gusta esperar demasiado, es viernes y esta noche hay que salir de aquí temprano, debemos tomar un avión-Mi cabeza había ignorado lo que había dicho Charles, ahora solo quería y necesitaba mi dosis, solo así me sentiría mejor , solo así saldría adelante con este día de rodaje   -Entonces, entran en la habitación, él te acorrala en la pared, y ya saben lo que viene después, Laia, hazme un favor, tienes que verte nerviosa, se supone que eres virgen, debes verte ansiosa, pero a la vez emocionada ¿ Comprendes? -Claro-Respondí al director mientras terminaba de dar las ultimas indicaciones para esta ultima escena del día Saber que había cámaras grabando lo que hacíamos, que había gente mirándome desnuda, había hecho que las cosas con Charles se sintieran diferentes, sobre todo por que era irónico solo fingir que teníamos sexo cuando ya lo habíamos hecho antes, pero en fin, de esto se trataba Y no es que mis relaciones con Charles hubieran sido precisamente especiales, ni nada por el estilo, pero la simple intimidad lo hacia todo, diferente -Ahora ¡A celebrar! -Grito Charles con su siempre entusiasta personalidad mientras salíamos de la locación-Baby, si supieras todo lo que tuve que contenerme mientras estuvimos allá dentro-Gruño contra mi oído derecho mientras me apretaba la cintura con su brazo -Oye-Lo detuve para estar frente a él-Estoy cansada ¿Sí? ¿Por qué mejor no nos quedamos en la habitación esta noche? -Intente seducirlo, para que se le quitara de la cabeza esa idea loca de volar cuatro horas para llegar a una fiesta -Bebé, hoy cumple Tifh, pensé que querías estar allí -Si quiero, solo estoy demasiado cansada -Y aquí viene la misma excusa de siempre-Levanto los brazos, estaba al borde de estallar, que era algo muy frecuente de él -No quiero ir, y no lo voy hacer -Bien-Me grito-Entonces no vayas, pero no pretendas que me quede contigo -Vete, yo no te estoy impidiendo nada-Le grite de vuelta -¿Enserio vas a hacer esto? -Me miro amenazante -Lárgate a tu maldita fiesta, y déjame en paz-Me acerque a él, para que se diera cuenta que no me daba miedo, no iba a poder intimidarme, mucho menos iba a conseguir que yo fuera con él -Entonces mueve el culo de mi camino-Me susurro, y al ver que no me movía, ni pensaba hacerlo, me empujo y paso a mi lado-Llámame cuando quieras comportarte como alguien de tu edad-Soltó una risa claramente sarcástica Me subí a la camioneta negra que esperaba por mí, y al estar dentro no pude evitar que una lagrima de frustración resbalara por mi cara, sabia que algo estaba mal conmigo, sabia que una pieza de mi corazón hacía falta, llevaba cuatro sintiendo ese mismo vacío, el vacío que sabia que sabia solo Caleb podía ayudar a sanar.