Cómo sobrevivir a un mal amor

Mi nombre es Georgia Márquez y ésta es mi historia… Estaba en el primer año de la Universidad y nada me importaba más que obtener las mejores calificaciones de mi generación. Estudiaba Psicología y por si no lo saben, la lectura es algo fundamental para aprobar los diferentes ramos de la carrera. Leía mucho, sobre enfermedades mentales, sobre teorías psicológicas, sobre Freud, Nietzsche, Aristóteles e incluso leía sobre Kant y Plutón. Pero para lo que nadie me preparó fue para sobrevivir a un mal amor. ¿Qué es un mal amor?, se preguntarán. Bueno, para mí es vivir en un estado de estupidez en donde solo te preocupas de amar a un ser humano que en el fondo no te quiere y luego de acostarse contigo, te bota a la basura como si de un objeto se tratase. Consiste también en arriesgar todo por una persona que no lo vale, pero que tú como idiota piensas que es el mismísimo Dios reencarnado. Pero cuando conocí a Adam Frederick, yo no estaba realmente preparada para enfrentar lo que este chico con su bonita cara iba a hacerme vivir. Con Adam conocí las noches enteras de lamentos, en donde mi mejor aliado era el chocolate caliente y una maratón de The vampire Diaries. Comencé a olvidar las tardes de estudio, porque al cojonudo no le parecía bien que estudiase tanto y hasta olvidé como maquillarme y vestirme con decencia. El punto es que, a pesar de todo, lo seguía amando, porque así somos las mujeres la mayoría de las veces. Perdonamos lo imperdonable, amamos lo complejo y sobre todo, justificamos lo injustificable. Pero llegué a un punto en el que no quería perdonar nada, ni amar a un monstruo como Adam. Solo quería saber cómo carajos sobrevivir a ese mal amor.