CAPÍTULO 13
Debby dio un chillido justo antes de desmayarse sobre el suelo, y ambos hombres acudieron rápidamente a su lado. Polaski llegó el primero y se arrodilló junto a ella. Su respiración era superficial, y no se movía en absoluto. Abrió los ojos mirando hacia arriba con una mirada perdida como si estuviera en un sueño. Parecía estar muy tranquila, en paz con toda ella.
—Dame una manta, rápido —le pidió al sheriff— creo que acaba de sufrir un shock.
Maschen se dio prisa para obedecerlo, y de repente aquella tranquila chica estalló en furia en sus brazos de Polaski.
Volvió a chillar. Dio varias patadas, escupió e incluso se retorció. Lo arañó con sus uñas e intentó morderle, convulsionándose de una manera violenta y repentina. Sus gritos resonaron por todas las paredes.
—¡No, no!
