En tan sólo unos días, la apariencia de Herman se había deteriorado drásticamente.
Sus rasgos, antes apuestos, ahora eran irreconocibles. Parecía demacrado, con el rostro hundido, la barbilla sin afeitar, el cabello despeinado y un penetrante hedor a alcohol.
Después de que Anneli logró liberarse de su agarre, Herman se arrodilló dramáticamente frente a ella, atrayendo la atención de todos los que estaban a su alrededor.
Anneli, por favor, recapacita. Admito mi error al perseguirte por tu belleza, pero ¿tenías que destruir a toda mi familia? Mi padre se acerca a los sesenta y es frágil. Lo estás llevando al borde de la desesperación, haciéndole considerar algo tan drástico como saltar de un edificio, ¿sabes? El alboroto atrajo la curiosidad de estudiantes, compañeros y padres, q
