Evan Siento que la cabeza me va a estallar, y a estas alturas, no estoy seguro de atribuirle esa sensación al alcohol, que se acababa de manera alarmante. "¿No deberías contestar?", ataca mi conciencia. —No puede ser ella —murmuro y me acerco a la puerta, luego de soltar un suspiro. El rostro de Leilah frente a mí me toma por sorpresa, ya que llevaba horas convenciéndome de que era imposible que ella volviera a mí, no luego del desplante de soberbia que había presenciado en casa de los Beresford. No había podido sacarme eso de la cabeza, dándole paso a la filosa culpa que era mi fiel amiga desde hace rato. Siento que mis facciones se endurecen, porque de seguro ella estaba en su fiesta de examen fallido... con Alan. ¿Por qué está aquí? ¿Por qué viene a verme nuevamente? Siento que

