Anne
—Señora Anne, debo decir que su casa es bastante acogedora —habla John de manera animada y le sonrío por cortesía.
—Espero que la siga encontrando entretenida cuando le quite todo su dinero —ambos reímos divertidos y debo decir que me divierte enormemente la mirada de reprobación de Marcus y la preocupada de Leilah—. Mis nietos desaprueban mi actitud, es muy divertido.
—La entiendo perfectamente —ríe el médico—, me pasa con mi amigo el doctor Roberts. ¿Lo recuerda?
Ladeo la cabeza y asiento, recordando el rostro malhumorado del guapo médico que estaba en el auditorio para el examen médico de Leilah.
—Bien, es la amargura personificada, me recuerda a su nieto —sonríe discretamente y no puedo evitar reírme a carcajadas.
—No diga eso en voz alta, John, tal parece que mi nieto y
