Día de los inocentes, eso era lo que Katherine deseaba que fuera hoy. Pero lastimosamente para ella, de hecho, para esa fecha el día de los inocentes había quedado muy atrás, así que eso solo significaba que cada pequeña cosa que Travis estaba diciendo no era una broma. En cuanto lo entendió, las lágrimas comenzaron a agolparse en sus ojos, y explotó sin contenerse, gritando a todo pulmón. —¿Tú… ya no me amas? ¿No hay futuro para nosotros? ¿Qué diablos estás diciendo, Travis? Travis permaneció en silencio, aunque ella lo había confrontado pues él ya se había preparado para algo así: su furia, sus lágrimas fluyendo, por eso no se dejó conmover en lo más mínimo. Cuando Katherine notó esto, sus ojos se fijaron en los de él, que permanecían indiferentes e imperturbables, y sintió un dolor

