—Y eso debería completar el último de nuestros exámenes —anunció el doctor Bailey mientras guardaba la última muestra de sangre de Travis en un tubo de ensayo y lo aseguraba adecuadamente, después tomando una tabla de sujetar, se la extendió a Travis —. Ahora, solo tienes que firmar aquí, aquí y aquí —señaló los distintos lugares —. Para probar que diste tu consentimiento y permiso para los tratamientos que va a recibir Valery. Travis se bajó la última de las mangas y abotonó los puños antes de tomar la tabla y el bolígrafo que le ofrecían, tomándose un breve momento para leer el documento, levantó el bolígrafo y firmó en los lugares que el doctor Bailey le había señalado, luego le devolvió la tabla al médico, que esperaba pacientemente. —¡Perfecto! —exclamó el doctor Bailey al recibir

