De repente, diferentes pensamientos llenaron la cabeza de Isabella mientras sus ojos comenzaron a nublarse con lágrimas ante la escena y sus piernas amenazaban con ceder bajo ella.
Pero no cedió ante sus impulsos; en cambio, dio pasos temblorosos hacia su hija inconsciente e ignorando los gritos de Daniel por su amigo y la voz de Arvan diciendo palabras incoherentes, se arrodilló suavemente, cuidando de no mover demasiado el cuerpo de Valery mientras lo acunaba.
En el fondo, Travis acababa de llamar al hospital más cercano y, en menos de cinco minutos, una ambulancia llegó al lugar, arrancando a Valery de los brazos de Isabella, quien con amargura lo permitió.
Travis, que estaba igual de afectado por la situación, desvió la mirada de la ambulancia por un segundo y se fijó en Isabella, q
