♧ PROLOGO ♧

3002 Words
| Audrey Letterman | Tomo agua de mi copa mientras mi familia habla incontables cosas, ansiosos por la precensia de mi padre, aviso con anticipación que nos trae una gran noticia para que nadie faltara a esta reunión familiar. Lexa me observa desde el otro lado de la mesa con molestia, su mirada es filosa, acusatoria, no entiendo que fue lo que hice esta vez para desatar una mirada amenazante en ella, sus miradas normalmente están cargadas de indiferencia hacia mi presencia, me recuesto en la pared posando mi tacón en la punta de mi otra zapatilla alta, la mirada de Lexa puede que no debería importarme pero su mirada no es normal. Mi madre se ve feliz, más feliz de lo normal, no lo sabría explicar, a ella sólo la hacen feliz dos cosas, los lujos y el dinero, lo que me hace pensar que eso tiene que ver la noticia de mi padre. La servidumbre nos avisan de la precensia de mi padre, todos tomamos un lugar en la mesa. Mis hermanos mayores, Decer y Lexa del costado izquierdo, mamá y yo del costado derecho, Diana mi hermana menor del lado de Lexa y Jeremy mi hermano menor a mi lado. Mamá me da una simple mirada para que deje la copa en paz, papá entra sonriente, por primera vez en años entra sonriente y no se si estar feliz o preocupada, nos levantamos todos para recibirlo con una sonrisa en los labios, mi sonrisa no es genuina pero intenta ser amable, en especial cuando papá me mira con un brillo peculiar en los ojos, mamá se acerca a el emocionada abrazandolo es bien recibida, papá apoya sus manos en el rostro de mi madre para besarla con emoción y fervor, evitó ver esa muestra de afecto, no estoy segura se amen pero su ambición es tanta que es suficiente para tenerlos juntos. Quiero creer se aman apresar de todo. Decer les regala una mirada de irritación, Lexa Rueda los ojos, Diana se ve neutral y Jeremy solo sonríe con burla... Jeremy es Jeremy. ― Que bello es el amor ― bromea Jeremy. Mis padres se sueltan por el comentario de su amado hijo mirándolo mal, papá nos sorprende riendo. ― Sigue hijo que hoy ni tus comentarios sarcásticos podrán con esta emoción ― festeja el mismo ― sientense. Todos nos acomodados en nuestros lugares. ― ¿Se puede saber cuál es el responsable de tu emoción? ― pregunta Decer interesado. Lexa tensa la mandíbula con molestia rodando los ojos, sea cual sea la emoción de mi padre a afectado de alguna forma negativa a Lexa, a ella también la hace feliz el dinero, observo a mis padres con atención, tiene que existir algo del porque tan emocionados, un presentimiento me hace pensar que tiene que ver con su buen humor de hace unas dos semanas. ― Sere millonario ― expresa feliz confundiendonos a la mayoría. Somos Ricos, diferente a millonarios, incluso en esta "vida" hay diferentes clases y nosotros estamos algo bajo, por encima de los que viven bien y con pequeños lujos pero por debajo de quienes incluso se pueden bañar en dinero o comprar alguna o algunas islas privadas, solo para ellos. Gran parte de esta riqueza que tenemos es por parte de mi bisabuela, si, bisabuela, no abuela, bisabuela. Lexa se ve fastidiada, mamá orgullosa. ― ¿Qué quieres decir con eso padre? ― interroga Decer. Alzó una ceja esperando una respuesta, no entiendo porque me integran en esto, las noticias económicas principalmente solo las habla con Decer y a veces mi madre. Decer es su mano derecha, su más fiel confidente sobre negocios. No me puedo quejar del dinero que nos da a todos, en lo personal creo es suficiente para mis gastos y me queda, eso lo puedo usar para cualquier lujo, menos volar lejos de aquí. Así tenga un plan ellos me encontrarán por debajo de las piedras, están dispuestos a hacerme la vida miserable. ― Hace unos días les hablé de un nuevo socio ― nos recuerda acomodandose en su lugar. Decer lo observa de dos formas, intrigado y confundido. ― Si padre ¿Que tiene que ver con eso? ― interroga Diana. ― Espera cariño, déjame disfrutarlo, es satisfactorio su expresión ― sonríe ― es un alemán billonario ¿Lo recuerdan? Les comente de el hace unos días. ― Si, el misterioso hombre del cuál no nos has dicho su nombre ― habla Jeremy. ― Correcto, el mismo, él a hablado conmigo estas últimas semanas, hemos tenido unas cuantas reuniones hablando de diferentes temas tribales referentes a nuestras empresas y familia, hasta que finalmente a ofrecido un contrato multimillonario ― cada palabra por papá es con más y más emoción. Me estremezco en mi lugar observando sus ojos brillar con ambición. ― Eso es bueno si te tiene tan feliz ¿No? ― pregunta Decer serio ― pero me pregunto porque no lo estamos hablando en privado padre, así lo hacemos siempre ¿Qué a cambiado? ― nos ve a todos no muy seguro de nuestra presencia. Decer tuvo un viaje de negocios este último mes por lo que creo lo tiene confundido, el no sabe del alemán que tiene encantado a mi padre y Decer no le gusta sepamos de sus negocios, es muy discreto con ellos, tiene razones, Lexa y Jeremy son una amenaza para el y para la empresa, para toda la familia si somos realistas. No tienen escrúpulos ni límites. ― Tranquilo hijo, déjame hablar ¿Tú Audrey no dirás nada? ― pregunta confundiendonos aun más si es posible. ― ¿Debería preguntar algo padre? ¿Que deseas diga sobre esto? Me alegro por tu éxito ― pregunto y expreso confusa. No le puedo desear el mal, es mi padre a pesar de todo. El nunca a pedido mi opinión y cuando la e dado nada termina bien, su nueva actitud causa terror en lo más profundo de mi alma. Mis hermanos lo ven igual que yo, la piel se me eriza cuando con su mano abarca la mía más cercana a la suya sobre la mesa. Mi mirada se desvía de su rostro a nuestras manos, parpadeo alejando cualquier rastro de lágrimas que se adueñan de mis ojos, papá nunca a sido afectuoso conmigo, puedo jurar es el primer roce, toque suave y delicado que me a dado desde que tengo memoria. Parpadeo profundo mirando su mano y la mía regresó a su rostro, sus expresiones fáciles me advierten de una próxima trampa. ― Mi querida hija. Trago grueso. No puedo controlar mi ceño fruncido, todos nos encontramos contraídos por la escena, mamá sonriente y Lexa molesta. Alejo mi mano lentamente de su tacto mirándole a los ojos sonríe castamente. No le gustó eso, es obvio. ― Padre ve al punto ― pide Decer cauteloso en su expresión hacia mi y nuestras manos aun cerca pero separadas ― ¿De qué trata tu negocio con él? ― Me a ofrecido invertir en la empresa una cuantosa cantidad de dos punto cinco millones de dólares para iniciar, dandole el visto bueno a nuestra idea de expandirnos ― habla emocionado logrando Decer y Jeremy quiten cualquier expresión negativa del rostro. Mamá chilla de emoción abrazando a papá de nuevo, sonrio feliz por él, me sonríe de nuevo a mi, nunca me había sonriendo demasiado a mi, su mano toma de nuevo a la mía donde me obligó a no alejarla pero no me gusta el tacto de ellos, su tacto normalmente es agresivo pero esta vez es calido. ― Audrey ― expresa mi padre sonriente ― debo hacerte saber que tu eres elemento fundamental de esta asociación, en este contrato ― expresa alejando la emoción del momento. «¿Eh oído mal?» «Eres elemento fundamental de esta asociación» Entre abro los labios sin saber que decir, Decer observa el suave y cálido tacto de nuestro padre analizando sus palabras, puedo ver en los ojos de Montgomery Letterman mi padre, lo obligado que se siente está suave y pequeña muestra de cariño, a pesar de los años aún duele esto. No está siendo escasamente cálido conmigo por un sentimiento hacia mi, su hija, sino por su ambición, por su negocio multimillonario con el alemán, soy una pieza en su tablero. ― ¿A que te refieres padre? ― pregunta Decer por mi. Mis ojos en este momento ya se han cristalizado como la maldita vil débil que soy a las emociones fuertes como el coraje que nunca puedo sacar, lo debo ahogar en cada parte de mi cuerpo. Mamá es entusiasta abrazandome y esto me abruma, ellos normalmente no son así, nunca son así. ― ¿Qué no es obvio? ― pregunta mamá feliz besando mi cien. Diana me ve preocupada, puedo incluso sentir que le da lástima mi próxima situación, es claro que esto no es nada bueno para mi. ― Te vas a casar Audrey ― dice Lexa con falsa emoción. Decer se tensa mirando a mi padre con seriedad pide con una mirada silenciosa una explicación mientras yo quedo atónita e incrédula, mi pulso tiembla como cada parte de mi cuerpo, puedo ver en cámara lenta como mi madre y padre ven molestos a Lexa por primera vez ante mis ojos. ― ¿Que quieres decir con eso? ― pregunto temblorosa tomando mi copa con agua. Mi mano tiembla cuando la tomo al igual que mi labio inferior. Diana se levanta de su lugar caminando hacia mi, mis padres la frenan con una mirada, se ve molesta cuando lo hacen pero regresa a su lugar. ― A lo que me refiero es... ― Lexa calla al ver a nuestra ama de llaves acercarse. ― ¿Sucede algo? ― inquiere mi padre con seriedad. ― La comida señor. Mi padre observa a mi madre, ella asiente con la cabeza. ― Pueden servirla. Todos nos quedamos callados mientras la servidumbre se encarga de servir, yo no dejo de tomar agua, necesito aplacar el nudo que se a formado en mi garganta. Cuando todo está servido mi padre nos pide comer, nos vemos obligados a hacerlo, solo está extendiendo esta conversación, yo acepto para poder procesar esto, los conozco y una mala reacción puede obligarme a hacer cosas mucho más grandes y peores cuando terminamos en un incómodo silencio por mi parte porque mi padre habla de sus nuevas idea para emprender a algo más alto, recogen todo dejandonos solo con el postre, esta vez no comemos. ― Deseo saber a lo que se refiera Lexa padre ― espeto intranquila. Por dentro soy un caos. Me mira mal por mi tono de voz pero no puedo encontrar otro, intenta sonreirme para aligerar la situación, mamá lo apoya acariciando mi brazo de arriba abajo, como si su tacto fuera un apoyo para mi cuando es todo lo contrario pero no digo nada, por que sino luego yo soy la mala. ― ¿Hablas? ― inquiere Decer. ― Para que el contrato se cumpla y no quede menor duda que este contrato no se romperá él exige tener algo que lo asegure y ¿Qué mejor que casarse con una de mis hijas? Es lo más seguro. ― ¿Cómo si tus hijas fuéramos ganado? ― pregunto incrédula siendo mal vista por todos. ― ¿Y cedieron? Me imagino ― habla Jeremy sonriente ignorando mi réplica. ― Y así es ― responde mamá ― pero no imaginamos el pediría quien de mis hijas se casaría con el ― dice mirándome. ― ¿Y elijo a Audrey? ― pregunta Jeremy tan sorprendido como lo estoy yo este momento comprendiendo el hilo de la situación. ¿El me eligió a mi? Siento náuseas, la bilis subir a niveles extremos, me duele la cabeza ¿Qué soy? Esto no es justo para mi. ― Así es ― responde papá ― Deberás casarte con él ― expresa hacia mi. Lo miro incrédula negando. No, yo no e hecho algo malo, no me merezco esto. ― ¿Porque le han presentado a Audrey? ― pregunta Decer negativo. Mi respiración se entre corta ¡¿Que diablos les sucede?! ― No hablen como sino estuviera aquí ― me quejo hacia todos dolida. ― Dejalos hablar tesoro ― habla mi madre hacia mi con seriedad. ― No, el fue quien lo dictaminó, no sabemos mucho del como pero aclaró solo quiere a Audrey de esposa y no voy a perder ese contrato multimillonario cariño ― habla papá hacia mi. Alejo mi mano de su tacto levantándome de la mesa de golpe, golpeó la madera con violencia no común en mi inclinandome hacia mis padres, las copas de vino y agua en mi lugar caen. ― ¡¿Están diciendo que piensan casarme?! ¡¿Están locos acaso?! ¡No me voy a casar con el ni con ningún otro! ¡aceptó su mierda pero no esto! ― bramo casi histérica dejando caer mis lágrimas sorprendiendo a todos los presentes. Mamá y papá no tardan en levantarse y enfrentarme mirándome com seriedad. ― ¡Baja tu tono señorita que a pesar de todo sigo siendo tu padre y debes respetarme! ― ¡Esa no es la forma de hablarle a tus padres! ¡pide una disculpa Audrey! ― me encara mamá. ― ¡El respeto se gana y no voy a pedir ninguna disculpa! ¡Yo no me pienso casar con nadie! ¡Antes muerta! Yo no soy ustedes ― Los señaló. No me voy a casar con alguien que no amo por dinero, yo si deseo encontrar el amor y casarme con el, así de ridículo como se oye es mi realidad, deseo alguien que me ame y yo a el. Mi madre golpea mi mano caminando hacia mi camino hacia ella pasándola aún lado camino hacia papá. ― ¡No te estamos preguntando Audrey! ¡Te casas porque yo lo digo! Todo la vida te eh dado techo, estudio, comida entre más ¡Es hora que muestres tu agradecimiento! ― ¡Es tu obligación! ¡Tuya y de mamá! ¡Y se los compensare pero no cansandome! ¡No me quiero casar sin amor! Mi madre me jalonea por atrás. ― No nos interesa tu opinión Audrey, deberás casarte con él porque tu padre y yo así lo hemos decidido, no seas estúpida, es un hombre con dinero, con esto podremos dejar de depender de tu bisabuela. ― ¡Pues deja de ser una maldita mantenida y creyendo que todos somos como tu! ¡¡Ambiciosos, codiciosos que se acaba sin amor solo por di... ― su mano impacta limpio y claro contra mi mejilla enviándome casi al piso logró estabilizarme. Mi corazón late fuerte como mi mejilla, alzó el rostro haciendo aun lado mi cabello, mis ojos se critalizan pero no, no está vez, no voy a llorar. Estoy es shock y no entiendo porque, no es la primera vez, mi mejilla arde como los mil infiernos y está caliente en este momento. ― Tu no deberías llamarte madre ― espeto hacia ella con rencor, alza de nuevo su mano dispuesta a golpearme ― ¡Vamos! Pegame, hazlo que no es la primera vez que lo hace ― incito con desprecio. Decer y Lexa se posan detrás de mamá mientras papá pasa por mi lado, Diana y Jeremy se quedan esticos. ― Ella no vale la pena madre ― habla Decer. Siento el líquido cálido resbalar por mi labio y mentón y es cuando soy consiente me golpeó con el dorso de la mano, donde hace uno de sus anillos con piedra grande. Sonrio hacia Decer. ― Claro que yo no valgo la pena, para crueles como tu ― señaló a mamá ― Hijos de puta como Decer. Esta vez es mi padre quien se posa frente a mi furioso con toda la intención de ser él el segundo en golpearme sino me "comporto". ― ¡Esta es la última! ¡Te casas y punto Audrey¡ ― ¿Por órdenes de quien? ― espeto hacia el. ― Mías, a tu habitación. ― ¡Les pase que me tratarán como si no valiera pero esto no! ¡Yo no me voy a casar! ― advierto con enojo. Mi corazón duele tanto como mi cabeza en este momento, las ganas que tengo de llorar es tan grande que deseo tirarme al piso o refugiarme en brazos de mi madre pero ¿Cómo? Mamá no es la típica madre buena y maternal que te ama, nunca e tenido una figura materna o paterna, ahora más que nunca me siento sola. Papá sonríe perverso hacia mi. ― Eso o el funeral de tu bisabuela ¿Qué prefieres hija? Mi expresión se transforma obligándome a bajar la guardia suelto un sollozo. ― No... Papá aun sonríe y mamá aun más, ella nunca a querido a mi bisabuela. ― Seré bueno y te dejaré pensarlo Audrey, ve a tu habitación, mañana hablaremos contigo. ● ○ ● ○ ● Paso mi mano por mi mejilla consecutivamente pensando en diversas cosas presionó el algodón con alcohol sollozando, me hizo un buen golpe. Observo lo bueno y lo malo de esto. Si aceptó esto no cambiará mucho a mi vida actual. Si me niego lo más probablemente es que suceda en contra de mi voluntad y personas que no tienen que ver en esto salga dañadas. Si aceptó dejaré esta casa. Si me niego seré víctima de más humillaciones y desprecios, conseguirán la forma de arruinados de una o otra forma. Si aceptó puedo llegar aun trato con el sobre muestra relación. ¿Tal vez es comprensivo? Recojo todo mirando como la luz de la luna se cuela en mi habitación, termino con mi herida caminando hacia el balcón me recuesto en el sofá observando la luna. ― No me quiero casar ― susurro para mi ― pero tiene muchas cosas positivas ¿Que tipos de monstruos son todos ellos? 《 ― ahora los declaró, marido y mujer. 》 Ya no hay vuelta atrás.
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