El Imperio Futtaim

Capítulo 2: Pensamientos Erróneos.

Al llegar a la ciudad, los padres de los chicos regresaron al hotel. Habían quedado de acuerdo en quedarse unos días más para ayudar a su hijo con el inicio de los preparativos. Kendall regresó con Dilan a su departamento, el mayor haría una videollamada con Antonella mientras su novio cocinaba algo para comer. Eirian y Orión fueron al penthouse, Nicholas había ido a dejar a André a su casa.

Mientras en el hotel Suyen y Rynold se encontraban en el balcón de la suite con unos tragos y algo de marisco.

—Es bueno que se casen ahora— dijo Suyen—. Orión pasará a tercer año de medicina. Son jóvenes, así que.

—Será bueno que sean padres— interrumpió Rynold dejando a su esposa sorprendida.

—¿Qué?— le dijo su mujer—. Orión es demasiado joven para que sea padre, además está estudiando.

—Pondremos una niñera— dijo su esposo con toda naturalidad.

—No— le dijo Suyen molesta—. No haré que nuestros hijos cometan mi mismo error.

—¿Y qué tiene de malo?— preguntó Rynold—. Linsai lo hace con Belén.

—¿Y ya ves cómo es nuestra hija?. ¿Escuchaste cómo trató a sus propios hermanos?— le dijo su mujer—. Prefiero que los chicos se hagan responsables de sus hijos. Además no tienes porque imponer tus decisiones sobre sus vidas, ellos no estarán de acuerdo con esto. Sobretodo Eirian.

—Bueno, ya veremos que dice mañana que hablemos— dijo Rynold bebiendo de su vino.

Las horas del día fueron pasando, finalmente el domingo llegó a su fin dando paso a un nuevo día. Las alarmas no dejaban de sonar, Eirian se despertó una hora antes que su novio por lo que ya no estaba en la cama. Orión se levantó dándose ánimos para iniciar la semana, dentro de esos días tenía pensado hablar con sus abuelos respecto al matrimonio, tal vez lo haría esa misma tarde. Llamaría a su abuela cuando estuviera almorzando.

De pronto abrieron la puerta, era Eirian que ya estaba vestido.

—Buenos días— saludó el rubio acercándose a su futuro esposo, le dio un beso—. Ve a darte un baño.

—Sí señor— sonrió Orión.

Eirian bajó al comedor mientras el castaño se daba una ducha y se arreglaba para comenzar el día. Minutos más tarde el chico bajaba al primer piso para encontrarse con el resto. Saludó a Carly que estaba sirviendo a Nicholas y Eirian.

&Hoy tendremos una mañana ocupada— dijo el mayor de los Futtaim—. Seguro papá querrá tener listo, hasta el último detalle.

—Yo seré quién verá todo. Además las invitaciones estarán limitadas— le dijo Eirian—. Quiero sólo a los más cercanos en la ceremonia.

—Yo llamaré a mis abuelos hoy para ir a verlos mañana después de clases— dijo Orión mientras revolvía su café.

Nicholas terminó de desayunar antes que los otros dos pues tenía que ir a buscar a André.

Minutos más tarde salían Eirian junto a Orión, en el ascensor se encontraron con Kendall y Dilan. El pelirrojo saludó a su amigo con una sonrisa y se fueron conversando hasta el estacionamiento. Luego cada uno se fue a su correspondiente auto, de todas maneras iban al mismo lugar.

En la universidad ya se habían acabado los rumores de los Sugar Daddy de los chicos, después de todo estaban terminando el año y pronto estarían de vacaciones. Los alumnos habían olvidado los rumores después de darse cuenta que tras tanto tiempo seguían juntos.

Orión y Dilan se despidieron de sus novios y entraron al edificio.

—Eirian quiere casarse dentro del período de vacaciones— le dijo el castaño a su amigo—. Tal vez me tome un mes antes de entrar a clases, digo yo como luna de miel.

—Creo que es lo justo— dijo Dilan—. ¿Querrá tener herederos pronto?— le bromeó.

Orión abrió los ojos como plato.

—Eso lo dejaremos para después de terminar mis estudios& dijo el castaño.

—Cielos, ya quiero ser tío— le dijo Dilan.

—Y tú qué, Antonella se lleva muy bien contigo.

—Es cierto— sonrió el pelirrojo—. Estoy practicando con ella. Algún día quiero tener mis propios hijos.

—Entonces también me harás tío— le dijo Orión—. Pero que sea después de sacar nuestra carrera.

—Así será— Dilan lo tomó por el cuello mientras entraban al salón de clases.

Mientras en el edificio de las oficinas de Nueva York, Eirian y Kendall llegaban al último piso, al salir del ascensor fueron interceptados por una de las secretarias.

—Señor Eirian— le dijo la chica—. Sus padres están en la oficina.

El rubio miró a su ayudante, en su mente agradeció ocultar la información de los lugares que hacía donativos. Contaba con que su padre revisaría los archivos.

—Gracias— dijo Eirian—. Vamos Kendall.

El mayor siguió a su jefe a la oficina. Y en efecto, apenas abrieron la puerta sintieron las voces de los adultos hablando de algunas cuentas.

—Hola— les saludó Eirian.

—Buenos días— saludó Kendall.

—Buenos días— les dijo Suyen con una sonrisa, su esposo saludó de igual manera.

—Veíamos los números del último mes, realmente fueron muy buenos— dijo Rynold acercándose a su hijo—. Ven, hablemos del matrimonio.

Se sentaron en el sillón, la mujer miró a su esposo.

—Escucha Eirian— dijo su padre—. Pensamos.

—Piensas— le corrigió su mujer.

Rynold la miró y se corrigió.

—Pienso que después de casarse, deberían pensar en un heredero— le lanzó de pronto.

Eirian lo quedó mirando.

—Ese tema es entre Orión y yo, padre. Además él recién entrará a tercer año de medicina, no cortaré sus estudios— le dijo su hijo.

—Podemos tener una niñera.

—No— le dijo Eirian cortando a su padre—. No dejaré la crianza de nuestros hijos en manos de alguien más. No será abandonado.

—Pero.

—Basta— dijo Suyen—. Suficiente. No estamos aquí para hablar de eso. Sólo nos quedaremos un par de días, así que veremos los detalles del matrimonio en Emiratos.

Eirian fue con su madre, mientras Kendall preparaba algo de té y café para calmar los ánimos, aún faltaba que llegara Nicholas. Sin embargo su hermano recordaba que iría a buscar a André y después de eso debía llegar a la oficina, ¿por qué demoraría tanto en llegar?.