Me saludó tan amable como la vez anterior y me indicó que tomara asiento.
-¿Y bueno ya lo pensaste?
-Verá usted señor Fiore, el asunto es que mi antiguo jefe decidió despedirme.
-Lo supe y enserio es una lástima pero mira el lado positivo de esto, podrás trabajar aquí, sólo si aceptas claro.
-Bueno admitiré que tal vez no sea mi ambiente pero puedo darme una oportunidad.
-No te arrepentirás y te aseguró que será tu ambiente y de no ser así haremos que lo sea.
Anthony me dio la mano cerrando el trato y telefoneó a Brenda la cual llegó en menos de 5 minutos.
-Brenda ella es Olivia y es mi nueva empleada, le voy a mostrar el edificio y las reglas, si me llaman diles que estoy ocupado, si es Breana avisale que no podré pasar por Anthony Jr este fin de semana por mi viaje a Irlanda.
-Sí señor y le prepararé su lugar a Olivia si me permite.
-No Brenda, ella no estará abajo, ella estará aquí arriba con nosotros, prepara su oficina, la que quedó desocupada cuando Matt se marchó.
-¿La de asistente?
-¿Si hay algún problema con eso?
-No señor, es sólo que ella es novata.
-Brenda verás el mes pasado vinieron aquí 20 chicas y 1 chico por este puesto y nadie me gustó, casualmente viene aquí está joven y es ideal, tiene la personalidad y la actitud que yo busco así que limítate a seguir las órdenes que te doy-le respondió Anthony autoridad y aquello fue un poco incómodo para mi pero actúe con toda la naturalidad posible.
-Vamos Olivia te mostraré la empresa- se levantó de su silla y caminó hacia donde yo estaba, me hizo una seña de "adelante" con su mano y salió detrás de mí.
Mientras andábamos por los pasillos era evidente que las personas no podían evitar mirarlo, con toda esa actitud y elegancia al caminar me hacía sentir que yo iba parada de manos, me mostró cada departamento del lugar, incluso los sanitarios, los elevadores, subimos y bajamos pisos rodeamos el edificio y finalmente me llevó a una de las cafeterías una la cual estaba en el piso 80 y tenía un increíble balcón que dejaba ver casi toda la ciudad de Nueva York, nos detuvimos en aquel lugar para admirar la hermosa vista, él rompió el silencio.
-Nunca hagas lo que hizo Brenda esta mañana.
-¿Que cosa?
-Viste como casi protestó a lo que le ordene, te diré algo ella tiene trabajando aquí 3 años y no la he ascendido y sabes porque, porque no lo merece.
-¿Porque ella no lo merece?
-Se que lo notarás cuando tengas más tiempo aquí-me sonrió.
-Disculpe señor no quiero ser indiscreta pero no hemos hablado sobre mi horario,días de trabajo y tampoco de un salario.
-No te preocupes Olivia cuando bajemos de nuevo arreglaremos todo eso, no hay prisa.
El día terminó, mi jornada laboral sería de Lunes a Viernes de 9 a 7 y el salario ni hablar, Anthony negocio con pagarme $4,000 dolares por semana lo cual para mi era mas que justo, los primeros días todo fue muy tranquilo y sencillo, rápidamente pude acostumbrarme al ritmo laboral de Fiore y a cada una de sus exigencias, el hombre podía ser arrogante pero también carismático al mismo tiempo, por alguna extraña razón siempre elogiaba mi manera de vestir a tal grado que hubo días en los cuales pasó de usar sus muy costosos zapatos italianos a unos sneakers muy a la linea, decía él que era mi sello personal, era la única chica que podía usar Sneakers o Converse en la oficina y a él eso le encantaba, no entendía porque, el hombre también era raro quizá más que yo, pasaron 3 meses y con el tiempo ambos nos fuimos acostumbrando a nuestras maneras de trabajar laboralmente, yo era una obsesiva con el orden y el con la limpieza además no toleraba el más mínimo error.
Recuerdo el día que me llevé la peor vergüenza de mi vida.
-Señor soy yo Olivia.
-Si dime que pasa-respondió el por el móvil.
-Me da mucha pena pero me perdí.
-¿Cómo que te perdiste?
-Así es, salí por los cafés justo como usted ordenó pero no recuerdo qué calle es la de la oficina y estoy aquí frente a un restaurante italiano con decoración rosa y..
-Esta bien no te preocupes se donde es enviaré a alguien por ti-me interrumpió y colgó.
No me quedó más opción que esperar,envió a uno de sus chicos y juntos nos dirigimos a la empresa, cuando llegué él no estaba así que me ahorré un regaño y después de un rato me marché a casa.