La Asistente.

Un "No" Como Respuesta

Las dos subimos de nuevo al piso 65, cuando llegamos me hizo esperar unos minutos y después me ordenó que podía pasar a la oficina del señor Fiore, a pesar de que el hombre había sido un total imbécil y mal educado me causaba una enorme curiosidad saber porque quería verme, tendré que admitir que respire hondo antes de entrar y cuando atravesé aquellas puertas cafés lo vi, él estaba sentado detrás de un lujoso escritorio con un aire de grandeza, vaya este sujeto de verdad era arrogante pensé y cuando me miro sonrió.

-Vamos, siéntate- me ordenó muy amablemente y se incorporó para estrechar su mano y saludar formalmente- soy Anthony Fiore.

-Mucho gusto señor Fiore, mi nombre es Olivia Aldrich-el tacto de su mano me provocó una especie de escalofrío en toda la espina dorsal y tomé asiento al mismo tiempo que él lo hizo.

-Veras esto es algo que no suelo hacer pero siempre hay una primera vez ¿no?- él se echó a reír-Quiero darte un puesto, ya sabes un lugar en mi empresa, me gusta tu estilo sofisticado sobre todos esos pantalones-sonrío-y tu actitud, tienes ese aire de mujer líder que yo busco para este lugar.

-Vaya estoy muy halagada pero si me disculpa tendré que rechazar su propuesta.

Cuando dije eso él frunció el ceño ,no le había gustado mi respuesta era evidente pero después me sonrió y se quedó callado unos minutos como pensando en algo que decir.

-Cuanto ganas dime, yo te daré mas-cuando dijo eso se incorporo y camino hacia una vitrina con botellas de alcohol que tenía, tomó una copa y se sirvió un poco de whisky.

-No se trata del dinero señor Fiore,  el asunto es que yo tengo un compromiso vera... yo tengo un contrato.

-Para quién trabajas, vamos no acepto un "no" como respuesta, veras soy la clase de hombre que si me gusta algo debo tenerlo y quiero que tu trabajes para mi-el tono de su voz cambió a ser un poco más agradable y en cierto aspecto bromista, se encontraba recargado de lado en la pared mirándome.

-Lo siento mucho de verdad señor Fiore pero no puedo fallar a mi compromiso, a menos que mi contrato sea cancelado de alguna manera no puedo aceptar su propuesta pero le agradezco su tiempo y el haberme ofrecido ser parte de su personal- le dije cuando me estaba levantando de la silla, el se quedo pensando un momento mirando al infinito y después volvió a la normalidad y sus labios se alzaron formando una enorme sonrisa. 

-Se que nos volveremos a ver-dijo y me dio la mano.

Me detendré a pensar en si mi repentino despido tuvo algo que ver con el, ya que a solo 1 semana de haber ocurrido eso, mi jefe me desocupo y quede desempleada, Camila había obtenido su puesto de pasante en la empresa de Fiore y tal vez ella le proporciono el numero de mi móvil porque 2 días después recibí una llamada de Brenda citándome ya que el señor Fiore se había enterado por arte de magia de mi muy lamentable despido y quería verme otra vez, convencido de que en esta ocasión yo aceptaría trabajar para el.

Aquella mañana me desperté con una pizca de nervios e incertidumbre sobre qué sucedería ese día, mi cita era justo a las 10 de la mañana y debía estar lista, no quise enloquecer como lo hacían todas las chicas del lugar y solo me limite a sentirme cómoda y linda por mi misma.

Cuando llegue a el edificio mi amiga negó con la cabeza al verme, sabía que era por mi atuendo pero ya estaba acostumbrada, ella siempre vestía con vestidos, escotes y joyas, éramos muy diferentes y aun así éramos mejores amigas, como lo usual espere unos minutos hasta poder entrar y antes de hacerlo me detuve, estaba nerviosa tenía que admitirlo aunque me costara, aquel hombre era carismático y muy guapo, tenía encanto pero no quise pensar más en esas cosas porque mis nervios se harían más grandes así que simplemente atravesé la puerta y cuando el me miro lo primero que hizo fue sonreír.