Capítulo VIII-2

2001 Words

Se conmovió mucho al recibir la carta de Amy, pero no menos sensiblemente cobró conciencia de que no sólo la distancia los separaba. La misiva le hizo ver con mayor claridad la posición que la familia le había asignado. Notó que ella, agradecida, se acordaba de él en secreto, y que los demás le guardaban rencor, como a la cárcel y a todo lo que a ella pertenecía. En todas estas meditaciones que día a día se amontonaban en torno a Amy, no dejaba de pensar en ella igual que siempre. Era su inocente amiga, su delicada niña, su pequeña Dorrit. El cambio de circunstancias, curiosamente, encajaba muy bien con la costumbre, adquirida aquella noche en que el río se había llevado las rosas, de verse mucho más viejo de lo que realmente era. Contemplaba a la joven desde un punto de vista tan remoto,

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD