Fabrizio Cada vez que tenía que irme me costaba. Cada vez que tenía que irse, me costaba. Sucedía como con mi hijo. ¿Era posible que estuviera enamorado de esta manera tan loca? Ciertamente no me daba cuenta de que sentía… podía definirlo como amor, pero era algo tan inmenso y que nunca había vivido, que me costaba entenderlo en un cien por cien. Parezco un niño: me río solo mientras conduzco camino a casa… sonrío al cerrar los ojos, abrazado a mi hijo dormido, y ver su rostro junto al mío, aunque más no sea una simple recreación de todos esos momentos que pasamos juntos durante el día. La extraño cada día más. La necesito cada día más. Se volvió parte de mi vida tan rápido como nunca imaginé que una mujer lo pudiera lograr. Sin embargo, algo en mí, no está del todo bien… Letizia Grec