Letizia Jamás esperé que esas palabras salieran de su boca… ¿qué clase de ataque de sinceridad era ese? No sabía que decir… o iniciaba una discusión con reclamo incluido, o le daba las gracias haciéndome la desentendida, y me pareció más coherente lo segundo. Estábamos tan bien así, que no había necesidad de abrir más la llaga. - ¡Gracias! (sonreí y le di un poco mas de comida al niño) Silencio. Miradas… sonrisas… y más silencio… - Papi… poste….(dijo de repente estirando sus bracitos) - Jajajaja (parándose y tomándolo en brazos ante mi atónita mirada) A ver qué trajimos… (caminando hacia la heladera, enloqueciéndome los dos a cada paso, con cada gesto, con cada palabra). Entre risas cómplices, sacaron una bolsa que yo ya había visto pero no percibí qué era y trajeron una bandeja a l