Letizia
Alessia – Pues… Letizia, Carlo…
Carlo – Un gusto… (Me dio dos besos)
Leti – ¡Igual no hacía falta que vinieran hasta aquí, ya me aprendí como llegar! (sonreí)
Carlo – Jaja… Roma es fácil en metro, pero vamos, que no me cuesta nada, hoy es día libre. Suban… (Abriéndonos la puerta del coche).
Alessia me hacía señas de que era un dulce mientras él daba la vuelta para subir en su lugar y yo me reía. Se le notaba la ilusión que tenía con él, ¿por qué dudaba tanto?
Carlo – Me ha dicho Alessia que estudiarás Negocios en el curso de La Sapienza…
Leti – Pues si… (Sonriendo), ¡me recibí hace un año el Dirección y Administración y tenía muchas ganas de seguir estudiando!
Alessia – ¡Es que es muy buena! ¡Ha hecho la carrera en casi la mitad de tiempo!
Carlo – ¡Wow! ¡Te irá muy bien! Pero cuidado los buitres en el Estudio cuando te toquen las prácticas Jajajaja (riendo cómplice con “su chica”)
Leti – ¿A qué te refieres? (sin comprender)
Carlo – Pues a que ya me han dicho que no tuviste un feliz encuentro con ya sabes quién… (Arqueando sus cejas por el espejo)
Leti – ¡¡Que boca abierta tiene esta!!
Carlo – Jajajaja… ¡es buen chico!
Leti – ¡¡Si, seguro!! Oye… ¡no te enojes pero no quiero hablar del tema!
Carlo – Perdona, ¡era una broma!
Leti – Perdonado, con una condición...
Carlo – Dime…
Leti – Que cuides a “tu chica” Jajajaja
Alessia – ¡Oyeeeeeeeeeeeee! (volteando a mirarme)
Leti – Tú hablas, yo hablo… (Excusándome entre risas)… además… si te pones tonta cuando te llegan sus mensajes, ¿por qué te haces de rogar? (yo reía mientras ella me hacía señas de que me calle)
Carlo – ¿Es cierto? (mirándola ilusionado)
Leti – Pues si…
Alessia – Pues no…
Leti – “si es un dulce…” (Imitándola mientras él reía)
Carlo – Así que tu debes ser la que le ha hecho ver que…
Leti – ¿Qué cosa? (sin comprender)
Alessia – ¿Ya vieron que estamos cerca del Villa Borghese? ¿Qué dicen si entramos unos minutos para tomarnos unas fotos? (ignorándonos por completo)
Leti – Cambia de tema tu…
Carlo – Jaja siempre lo hace cuando se pone así….
Alessia – ¿Así?
Carlo – Nerviosa… (Acercando su rostro al de ella)…
Entramos, me tome algunas fotos en los maravillosos paisajes que el Parque ofrecía, mientras veía como esos dos se fulminaban con las miradas…realmente era un chico maravilloso, siempre había respetado a Alessia por lo que ella misma me había contado, pero su pasado lo condenaba y bastante.
Llegando a la casa, simulé que me llamaban por teléfono, me despedí rápidamente y subí corriendo para que se quedaran solos. Y creo que no me equivoqué…. Aunque intentó evitarlo, Alessia no pudo resistirse a los labios de Carlo, quien tras tomarla de la cintura y hacerla reír con unos cuantos chistes, le plantó un beso digno de una película.
Leti – ¡Ya! Mira la cara que tienes, ¡¡no lo niegues más!! ¡Te gusta!
Alessia – No me gusta, ¡¡me encanta!! (Dejándose caer en el sillón)
Leti – Jaja… era evidente. ¿En qué han quedado?
Alessia – En que cenaremos hoy (sonriente)… AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH (y corrió a su habitación)… ¡¡debo buscar qué me pongo!! (Gritó mientras yo llegaba a su auxilio).
A la mañana siguiente…
Leti – ¿¿Y?? (Llevándole el desayuno a la cama, intrigadísima)
Alessia – ¿Qué hora es? ¡No madrugo hoy! ¿Por qué me despiertas tan temprano?
Leti – ¿¿Temprano?? ¡¡Son las nueve, cuéntame!! (Tirándole almohadas hasta que se sentó y comenzó a contar los chismes)
Alessia – Nada… cenamos, caminamos por Roma…
Leti – ¿¿¿YYYYYYYYYYY???
Alessia – ¡¡Y somos novios!! (Ocultándose bajo los almohadones)
Leti – AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH ¡¡por fin!!! (Obligándola a mirarme hasta abrazarla)
Alessia – ¡¡Estoy muy feliz!! Pero tengo miedo… miedo de ser una más…
Leti – Ale… (Tomándola de las mejillas)… disfruta de esto que sientes aquí… (Tocándole el corazón)… se ven muy bonitos juntos… no dejes que los miedos te alejen de su lado… ya lo que deba ser será, ¿si?
Alessia - ¡¡Gracias!! (Abrazándome)… ¿te puedo pedir un favor?
Leti – Lo que quieras…
Alessia – Ahora que estarás más cerca de él… en las prácticas y quizás en la Universidad, no se…
Leti – No, ¡¡no empieces!! (Me fui a la cocina)
Alessia – ¡¡Porfaaa!! (Vino detrás, sabiendo que sus padres ya no estaban para cuestionar sobre el asunto)… ¡¡mira que no esté con ninguna chica!!
Tenía unos celos encima que se comía sola la cabeza, pero era parte de aceptar su realidad. Ella sabía que no salía con cualquiera y lo sabía desde el principio. Si hasta entonces lo había aceptado, debía seguir siendo de ese modo.
En la oficina
FABRIZIO - Conocí a tu chica, ¡¡muy bonita!! (Sentándose en uno de los asientos de la oficina, cuando su abogado llegó a visitarlo)
Flavio – ¡¡Bonita su amiga!! Jajajaja (dijo al pasar, sentado desde la posición de al lado a la del abogado)
Carlo – Jaja… ¿Leti?
FABRIZIO - ¿¿Así se llama la maleducada esa?? (Haciéndose el desentendido y tomando unos papeles)
Carlo – Si…y no es ninguna maleducada eh…
FABRIZIO - Pues no me pareció…
Carlo – Jaja… es buena chica, acaba de llegar a la ciudad…
FABRIZIO - No me incumbe… (Levantándose para irse a por un vaso de agua)…
Carlo – Tiene 23 y estudiará aquí cerca… (Simulando contarle a Flavio y tratando de disimular su sonrisa)
FABRIZIO - ¿¿Qué?? (Volviéndose y apoyándose sobre el escritorio sin poder evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro)
Flavio – ¡Menos mal que no le importaba!
FABRIZIO - ¡¡Ya calla, Flavio!! ¿¿Qué decías?? (Sonriéndole a Carlo)
Carlo – Jaja… pues eso… que estudiará en el post grado de Negocios de La Sapienza… así que la tendremos por aquí pronto y seguido…
Adriano – ¿De quién hablan? (apareciendo de la nada para la reunión pactada para cinco minutos después)
Carlo – ¡¡De la amiga de mi novia que le ha gustado a Fabri!! (Sonriendo)
Adriano – ¿Novia?
FABRIZIO - ¿¿Gustado a mí?? ¿¿Te has vuelto loco??
Carlo – Si, a ambos: mi novia, desde anoche que por fin me ha aceptado…
Adriano – Felicidades, a ver si te comportas esta vez… (Sonriendo)
Carlo – Intentaré. ¡¡Es maravillosa!!
Adriano – Se te ve feliz…
FABRIZIO - ¡¡Pero a mí no me gusta su amiga!! (Volviendo a reclamar la atención de sus compañeros desde su posición en el escritorio)
Flavio – ¡¡Mentiroso!!
Adriano – ¿Qué amiga?
Le hicieron el cuento completo, y todos acabaron partidos de la risa de las aptitudes de Fabrizio, quien parecía estar un tanto molesto con las aptitudes de quien ahora, sabía que se llamaba “Letizia”.