—Mi vida, está bien. Ahora vamos de inmediato a hacerte esa radiografía —la alzo con cuidado, cerciorándome que no tenga alguna otra contusión—. ¿Y el bebé? ¿Qué te dijeron del pequeño, amor? —El bebé está bien, cariño —sonríe un poco y le correspondo, completamente aliviado—. Sólo fue un golpe en la cabeza y me desmayé, pero hay gente que murió y escuché que otra mujer embarazada... —no puede continuar, su voz se quiebra por completo. —Lo sé, cariño —sacudo la cabeza, anonadado porque bien pudo haber sido mi esposa. Si eso hubiese pasado, eso me hubiese destruido por completo—. Es horrible, pero la verdad, me alivia que no seas tú. —Me duele un poco la cabeza y la espalda —comenta y la miro alarmado, pensando si no se empezará a adelantarse el parto. Leilah hace una mueca y de pronto
Escanee el código QR para descargar y leer innumerables historias gratis y libros actualizados a diario


