Leilah Las chicas estuvieron al menos unas dos horas intentando convencerme que fuera a un viaje de playa con ellas para que intentara relajarme con ellas y olvidarme del tema de la boda. ¡Como si eso fuera posible en algún universo! La fecha se acerca cada día más y siento que la cabeza me va a estallar con tanto y como dijeron mis amigas, ni siquiera me estoy haciendo cargo de los preparativos. ¡Ni siquiera he escogido mi vestido de novia! Después de casi aceptar y de presenciar una extraña y tensa escena entre mi primo y Hill, Marcus se quedó conmigo, como siempre, mirándome de esa manera que comienza a incomodarme. Lo miro fijamente, ya que no ha despegado su mirada por donde se fue Hillary. —¿Te quedas conmigo? —No —se pone de pie de inmediato, ocultando su leve azoramiento.

