Allison La noche había pasado de manera lenta, insoportablemente llena de flashbacks de los momentos en la fiesta. Estos, aunque trataba de pensar en otra cosa, no dejaban de venir a mí y golpearme directo en el rostro, haciéndome saber que no podría escapar. Gonzalo seguía aquí, se había quedado a pesar de mis intentos por disuadirlo. Quería estar sola, para poder procesar todo a mi manera, pero él no estaba listo para irse. No era tonto y se había dado cuenta del cambio en mí. Me sentía avergonzada, todos en esa fiesta ahora estarían hablando de lo que él gritó a los cuatro vientos. Pasé tantos años guardándolo, luego de hablarlo con infinidad de psicólogos, que lo que había sucedido debería estar enterrado. Pero él, sin pensarlo dos veces, lo desenterró y trajo nuevamente a la vi