Gonzalo No sabía que había sucedido, pero estaba seguro de que no fue nada bueno. Cuando desperté, Allison se encontraba parada frente a la ventana, luciendo a la defensiva, como un animalito que atacaría a cualquiera que atreviera a acercarse a ella. Este tipo de comportamiento, me recordaba a nuestros primeros encuentros, cuando ella se esforzaba en mantenerse alejada de mí. Al momento en el que volteó a mirarme, la sensación de malestar en mi interior no desapareció, sino que se incrementó con el miedo que sus ojos me transmitían. Miedo, desesperación y tristeza, que intentaba disimular con una sonrisa. Allison era tan fácil de leer, ella no podía mentir, era demasiado inocente. Verla intentarlo, me hacía sentir culpable, aún cuando no he hecho nada para lastimarla. -¿Cómo te