39

1170 Palabras

Gonzalo Algo andaba mal, algo andaba muy mal. Desde que Domínguez llegó hace treinta minutos, no ha dejado de parlotear sobre cosas sin sentido, detalles de su futura fiesta de casamiento, los nervios que la novia tenía e incluso los que él mismo tenía. Pero lo conocía muy bien y sabía que se encontraba nervioso, su voz algo agitada, su transpiración excesiva y el hecho de que no podía dejar de mover sus manos, me lo demostraban. Le estaba dando algo de tiempo para ver si solo terminaba confesando, pero no resistiría mucho más de está mierda. —¿Puedes alcanzarme mi teléfono? — mi pregunta lo hizo callarse, de hecho, parecía congelado en su lugar. —No lo sé Kidd, creo que debes dejar esa cosa mientras sigas en el hospital. — respondió sin hacer contacto visual lo que solo me terminó

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR