Lucía desaparece
Una vez que el interno salió de la habitación de Vincenzo, Natale le lanzó una mirada de disgusto a este último.
—Conmoción cerebral, fractura del cúbito derecho, es decir, que no podrá trabajar en un buen tiempo. Tendré que llamar a su abuelo para que lo represente en la junta directiva.
—No vas a llamar a nadie —lo interrumpió Vincenzo, que consideraba que estaba exagerando—. Solo me van a poner un yeso y después podré volver a mis ocupaciones.
El empleado negó con la cabeza.
—A veces me pregunto si oímos lo mismo. Va a tener una buena hilera de puntos de sutura en el cráneo, sin mencionar la conmoción. ¿Y usted? Quiere tomar el avión en dos días. Señor, uno puede tener sentido del deber y amar su trabajo, pero esto es exceso de celo.
Vincenzo suspiró. Natale siemp
