—¿Qué hace aquí, señora Sallow?—expreso Sarah agachando la mirada de vuelta a su computadora con la intención de ignorarme—tengo una cita en este momento. —Yo soy su cita—dije tomando asiento delante de ella y en respuesta, ella volvió la mirada con cierta molestia solo para levantarme la ceja y torcer levemente los labios. —Es claro que usted no necesita de mis servicios—expuso soltando un fuerte suspiro demostrando cuan molesto era para ella tenerme ahí, seguro que ya era suficiente con tener que verme junto a Arthur entre cada tratamiento como para tener que soportar mi presencia otro día más.—¿Que es lo que quiere? —Saber el estado de salud de mi esposo—exigí y entonces hubo un incómodo silencio, una lúgubre y aterrador. —Eso es información confidencial—me informo como si esa respu