Llore, fueron muchas lágrimas silenciosas que resbalaron por mis mejillas mientras el taxi me devolvía a la ciudad y muy extrañamente a mi casa, así supe que realmente ese hombre no había dejado de vigilarme y quizás hiciera lo que hiciera, poco o nada podía hacer para ocultarme de él.
Había pensado durante todo el camino sobre lo que debia hacer a partir de ese momento, ya no se trataba de mi propio padre sino de un loco que solo pretendía usarme para tomar lo que no era suyo, no quería permitir sus abusos de nuevo, esta vez no, pero no sabia por donde comenzar. ¿Como explicarle a Arthur sobre el asunto?
Quería ser sincera con él, después de todo no solo yo estaba en peligro, sino él también, era algo que nos incumbía a los dos, pero había dos cosas que me impedían ser firme con mi deci
