Cerré el puño al ver lo desgraciada que podía llegar a ser esa mujer con la persona por la que corría la misma sangre, así que me arme de valor y me aclare la garganta para indicarles que yo estaba presente. Ambos giraron en mi dirección, entonces me anime a caminar hasta llegar al lado de Arthur.
Él parecía ligeramente sorprendido, pero su madre, ella me miraba con cierto cinismo y desdén, era claro que ella no era hipócrita, sino que era clara en sus emociones al mirar y como me miraba, supe que me odiaba.
—¡Vaya!—expreso mostrando una sonrisa perversa, gesto que me parecio conocido, una característica que posiblemente mi esposo había heredado de ella.— ¿Así que tú eres la famosa Christine Love? ¡Qué estúpido nombre!
—Y supongo que usted es... bueno ni siquiera sé su nombre, pero no h
