La fiesta que preparamos para Caleb no puede ir mejor. Obviamente él ya sabía que haríamos esto, aún así está feliz de estar aquí, sobre todo ahora que está loco por la noticia. —¿Crees que ella vaya a venir? –cuestiono y veo a Alison palidecer un poco. —No creo cariño, mas vale que no o te juro que no podré aguantarme las ganas de decirle sus verdades. —Es mejor que no lo hagas. Caleb no quiere alertarla porque quiere pedirle el divorcio. –confieso y la veo sonreír llena de emoción. —¿De verdad? —Sí, anoche me dijo eso. —Podrán casarse por fin. —Tambien dijo eso. –le digo y me abraza con ternura. —Mi hijo no pudo tener más suerte, nos alegra mucho que seas tú quien lo hace feliz, Mía. —Yo estoy feliz de hacerlo feliz porque él ya me hace sentir así. Más invitados van lle