—Me alegra mucho que hayas venido, Mía.
—Sabes que no me perdería esto por nada del mundo. ¿Qué negocio estás por iniciar?
—Algo enorme como siempre y sabes lo que eso significa, ¿Verdad?
—Realmente no. –responde nerviosa.
—Mia por favor, sabes que el sesenta por cierto de este proyecto es tuyo. De hecho quería darte el anticipo obligatorio pero Maya debe firmar ya que será un proyecto con dinero de tu padre. Es una pena que no tengan la misma firma. –señalo fingiendo un poco.
—¿No puedes ir y pedirle que firme y ya?
—Ella no sabe aún sobre el proyecto, además está molesta conmigo. Ya sabes, esos cambios de humor de ella. Un día está bien y al otro, me odia. Sé que dos millones no es mucho pero...
—¿Dos millones de anticipo? –cuestiona ella.
—Sé que no es mucho aún pero te dar
