NATASHA…
Eso estuvo muy intenso, pienso mientras salgo del gimnasio con el cuerpo aun temblándome, pero no por la pelea sino por el acercamiento que tuve que ese monumento de hombre. Lo había visto en fotos ya que es algo que debemos saber, pero estas no le hacen justicia, es un hombre sumamente atractivo e intenso, su belleza me dejó deslumbrada y la intensidad con la que sus ojos cafés me vieron hicieron que mi respiración se acelerará, además si verlo con traje es un espectáculo, verlo sin él es alucinante, su cuerpo tornado, su abdomen y oblicuos marcados son la fantasía de cualquier mujer y hombre.
Camino rápidamente hasta los dormitorios y voy directo al mío, una vez allí observó sobre la cama dos cajas negras y cada una de ellas con mi nombre.
Abro la primera y en ella me encuentro un hermoso vestido color cobre y la mitad de este con lentejuelas, de tiras muy finas y escote en V, junto al vestido unas sandalias de tacón a juego. “subasta” dice en una tarjeta que se encuentra al fondo de la caja.
Al abrir la segunda caja me encuentro un vestido bellísimo de color magenta y detalles de flores, deja al descubierto los hombros, tiene unas mangas muy hermosas y el vestido es suelto, junto a en unos tacones a juego además de la tarjeta en la que pone “fiesta"
Guardo los vestidos y pongo las cajas en el suelo, decido tomar una ducha para quitarme el sudor y luego de que me vista ir a enseñarles los niños nuevos varias cosas en lo cual se me irá el resto del día.
Al día siguiente estoy frente al espejo observándome, el vestido me queda perfecto, pero mientras más me observó más miedo tengo, no sé qué pasará mañana, ¿quién podrá ser mi comprador? ¿qué pasará conmigo después? Esas y muchas preguntas se juntan en mi cabeza.
Faltan unos minutos para que comience la fiesta. Así que me tomo ese tiempo para calmarme, casi todo el día me la pase evitando encontrarme a los compradores y le ayude a los niños nuevos con sus lecciones hasta que llegó la hora en la que tuve que venirme a arreglar para la fiesta.
- Estas bellísima – escucho la voz de Nastia a mi espalda, me vuelvo a verla y allí está ella enfundada en un vestido n***o.
- ¿tú crees? – pregunto y ella me sonríe con ternura.
Nastia es la tercera esposa de Dimitri y es diez años menos que el, yo la conozco cuando cumplí los doce años y desde entonces hemos sido inseparables.
- Por supuesto – me dice – me contaron que peleaste con Dominic Hecker.
- Es cierto – le digo acercándome a ella.
- Que hombre – dice en un tono que jamás le había escuchado - ¿y quién ganó?
- Fue indeciso ya que llegó Dimitri y no pudimos seguir – le digo y ella ríe pero de inmediato su expresión cambia.
- ¿Así que te vas? – pregunta con tristeza.
- Si, mañana será quizás la última vez que nos veamos – le digo y ella me observa.
- Si te quedas podrás tenerlo todo, una familia, dinero y un poco más de libertad – me dice y yo le tomo una de sus manos.
- Siempre has sabido lo que quiero y por mucho que me duela esa es mi decisión – digo y ella asiente.
- Bueno es hora de irnos – dice alegre mientras salimos de la habitación.
Cuando llegamos al jardín vemos como todo está decorado, veo como los clientes hablan entre ellos mientras mis compañeros se mantienen de pie viendo a su alrededor. Noto que mis compañeras tienen un vestido más sencillo, de diferentes colores, pero más sencillo.
- ¿por qué mi vestido es diferente? – le pregunto a Nastia y ella me observa divertida.
- Vi ese vestido y pensé en ti – me dice mientras caminamos hasta donde se encuentra Dimitri junto a Enzo Bianco.
- Buenas noches – saludamos al tiempo.
- Mis mujeres – dice Dimitri acercándose a nosotros – Enzo te presento a mi esposa Nastia.
- Mucho gusto – dice él tomando su mano y besándola.
- El gusto es mío – responde ella
- Y la mejor alumna de mi Academia – vuelve a decir Dimitri – Natasha
- Mucho gusto – le digo distante.
- A ti ya te había visto y déjame decirte que eres un espectáculo digno de ver – me dice tomando mi mano pero cuando intenta besarla la quito rápidamente.
- Si me disculpan – digo retirándome, luego comienzo a caminar por la fiesta mientras observó atentamente lo que pasa, mis compañeras algunas caminan tratando de llamar la atención de los clientes y las otras se encuentran acompañando ha algún cliente.
Me aburro del ambiente así que decidí caminar por el jardín hasta estar un poco lejos de la fiesta, me detengo a observar la noche mientras pienso en mi tiempo aquí, recuerdo lo asustada que está a cuando llegue aquí por primera vez, lo nerviosa que me encontraba cuando comenzaron las clases, los momentos más felices y alegres que pase con mis compañeros.
Parte de mi vida la he vivido dentro de estas paredes y aunque no ha sido la mejor vida si fue mucho mejor que una vida en la calle donde me dejó abandonada mi madre.
- ¿Por qué tan alejada de fiesta? – su voz hace que la piel se me erice y mi corazón se acelere.
- ¿qué hace aquí señor? – digo volviéndome a verlo y tengo que controlarme para que no me note nerviosa. Va enfundado en un traje completamente n***o que lo hace lucir muy atractivo. - ¿no debería estar viendo la mercancía que va a comprar? – él se acerca a mí y trato de mantenerme lo más tranquila que pueda.
- Ya decidí que “mercancía” – dice haciendo comillas con los dedos – voy a comprar
- Me parece muy bien por usted – digo tratando de fingir indiferencia
- ¿sabes no nos han presentado? – me dice y yo lo observó curiosa.
- Yo sé quién es usted señor – digo y él sonríe dejándome hipnotizada.
- Pero yo no sé quién eres tu – dice extendiendo su mano – Dominic Hecker
- Natasha – digo estrechando su mano, veo como toma mi mano con delicadeza para luego llevarla hasta su boca y dejar un tierno beso en ella. Ese veo hace que mi cuerpo hormiguee.
- No siendo más – digo soltándome delicadamente de su agarre para comenzar a caminar tratando de pasarlo, pero me detiene del brazo, me pega a él y sin más me besa quitándome el aliento.