Advertencia.
Un suspiro brota de mis labios y una sonrisa tira de los mismos cuando siento los besos de Salvatore por mis muslos, estoy acostada sobre la cama, con movimientos suaves, pero deliberados, contengo la respiración cuando su aliento roza mi centro antes de dejar un beso en la cara interna de mi muslo. Mi cuerpo tiembla bajo su toque y responde sin mucha percepción; ha sido una tarde excitante y, a este punto, mi sensibilidad está a flor de piel.
La mirada de Salvatore encuentra la mía antes de bajar hasta mi centro, saborea mi esencia haciendo que mi cuerpo se estremezca bajo su asalto, mis gemidos llenan la estancia y mis manos acunan mis pechos al tiempo que tiro de mis pezones y como si fuera posible me encajo en su boca haciendo que tararee contra coño enviando una descarg
