Karaoke y Chris, siempre Chris- Capitulo 8.

2494 Palabras
-No puedo creer que de verdad hayas comprado eso- Amanda se burlo de la bolsa de Walmart en donde Mike guardaba la tanga de brillantes, la capa y el top- Aunque creo que el top me podría venir bien en una emergencia a mi -Me dio un poco de asco devolverlo después de habérmelo puesto, alguien más e lo pondrá- Contesto mientras hacia una mueca- Pero ya que lo mencionas, creo que tu te verías encantadora con esto sobre el cuerpo- Rio -Ni en un millón de años voy a ponerme eso, que te quede bien clarito -Si ya lo entendí- Mike volteo los ojos -NUNCA JAMAS VAS A VERME A MI, AMANDA, EN ALGO TAN DESASTROZO CON ESO- Señalo haciendo énfasis en cada una de las palabras -Basta Amanda- Se carcajeo- Entiendo que esto es demasiado bonito para ti, no los vas a usar, listo, me queda claro- Soltó mientras terminaban el trayecto al auto -Que bien- Amanda miro hacia Mike, y quiso darle las gracias por lo que acababa de hacer, quiso abrazarlo y quedarse sumida entre sus brazos porque había decidido ponerse en ridículo sin importar que al fondo algunas niñas le tomaban fotos con sus celulares, y todo para hacerla feliz a ella, para hacerla reír y que se le olvidara por un minuto aquel sueño que había sentido como real pero que sin embargo era solo eso, un sueño nada más, uno que jamás iba a poder volver a materializar -Déjame ver que compraste -No- Amanda negó mientras atraía la bolsa más hacia sí, no se lo quería mostrar porque la mayor parte de su compra era lencería, y no precisamente una bonita, era ropa interior con corazones gigantescos en ella, e incluso nubes adornando una fea tela de algodón blanca, y ciertamente dentro de la chica no quería que Mike la viera como ese tipo de mujer, esa quede calzones vergonzosos de sus jeans -¡Que amargada! - Exclamo -Lo siento, así soy y así me quedare- Sentencio entretanto entraban nuevamente en el auto Amanda se quedo en silencio tras sus palabras, sopesando cada una de las silabas que acababa de soltar, la verdad era que no, que ella nunca había sido así, la verdad era que muy probablemente la Amanda del pasado habría salido de Walmart ondeando sus calzones nuevos como si de una bandera se tratase, la Amanda del pasado no tenia miedo del mundo, no se cohibía de absolutamente ninguna de las cosas que la hacían feliz La Amanda de antes, esa que andaba con Chris de la mano, se dejaba guiar por cada una de las cosas que él quisiera hacer, se dejaba arrastrar por él, y al final de la historia siempre terminaba agradeciendo el haberlo hecho, porque eso significaba una nueva aventura a su historial, y aquello, sabía ella, no se lo iba a poder quitar nadie nunca Y a pesar de haberle dicho eso a Mike, ella realmente tampoco esperaba quedarse así por siempre, algo dentro de su alma le reclamaba por esa Amanda de antes, aquella que había dejado enterrada junto a Chris -¿En qué piensas? - Le pregunto Mike encendiendo el estéreo y admirando la mirada perdida de la chica Amanda era como un rompecabezas, ella siempre parecía estar en otro sitio, uno muy distante de allí, uno muy lejos de su corazón, y lo jodia aquello, porque la mayor parte de las veces, se sintió incapaz de conseguir traerla a la realidad, no sabia que hacer, o que decirle, y tampoco quería que ella se sintiera sola, al fin y al cabo él se había prometido acompañarla, siempre Mike meterse entre sus pensamientos, colarse en su cerebro y poder ver algo de eso que a ella quería tanto la atormentaba, quería sacar esos demonios de allí, quería curarle el alma, y quería por demás entenderla, cosa que le aprecia una tarea casi titánica , en vista de que la chica siempre prefería guardarse lo que pensaba para ella misma, y tampoco es como si la culpara, después de todo, aunque no pareciera verdad, él también solía hacer lo mismo muy a menudo De hecho, mas a menudo de lo que querría -En nada, solo estaba distraída- Expreso mientras esbozaba una ligera sonrisa que a Mike le sonó a mentira -¿Siempre sueles estar tan distraída? -¿Y tú siempre sueles hacer tantas preguntas? - Inquirió con altanería -La verdad es que si, Amanda, soy una persona curiosa, me gusta saber de la gente que tengo a mi alrededor -Bien, pues no debes preocuparte por conocerme demasiado a mí, tu y yo vamos a dejar de vernos después de este viaje, así que para que entablar una "amistad" o lo que sea que quieras entablar, si en un par de semanas yo no sabré nada de ti ni tu de mi -¿Por qué supones eso? - Pregunto -Por que es lo mejor, las relaciones humanas solo traen problemas, ¿Me entiendes? Quiero decir, por supuesto que los amigos son necesarios, y que tener novios es excitante, pero a largo plazo, todas aquellas cosas resultan haciéndote daño, ya te lo había dicho, las personas te hieren incluso aunque no sea su intención hacerlo, y estoy cansada de eso Mike- Suspiro -Así que te convertirás en un ermitaño, te mudaras a una cueva y te volverlas roommate de un oso hormiguero -No tendría nada de malo- Ella levanto los hombros con indiferencia -Hablo enserio, Amanda, ¿Cómo piensas evitar las relaciones humanas? -Claramente no las puedo evitar, yo simplemente puedo poner una barrera -Eso suena complicado- Él frunció el ceño -No lo es, es como construir un muro, puedes ver a través de elf pero no penetrarlo, eso es lo que quiero, que a pesar de no poder evitar las relaciones humanas, entonces por lo menos evitar el dolor que ellas causan -¿Si entiendes que el muro se puede caer en algún momento? -No si yo no lo permito -Así que vas a dejar de hablar conmigo antes de que yo derribe el muro -Correcto- Asintió -Te da miedo que yo puedo penetrar el muro… Amanda miro hacia su derecha, sin saber que sentir ante lo que Mike acababa de decir, un hormigueo le había recorrido todo el cuerpo y no sabía a qué se debía, si a esa oración que le había sonado a una invitación s****l, oa la posibilidad de que de verdad Mike pudiera romper sus muros, sus esquemas, y básicamente su vida -No puedes hacerlo, no tienes lo que se necesita -¡Wow! - Exclamo- De verdad eres arrogante- Se burlo -No lo soy, es solo que me conozco -No creo que te conozcas lo suficiente, ni a ti, ni mucho menos a mi -Tal vez tengas razón en eso, yo solo… -Hizo un pausa- Quiero creer que nadie va a ser capaz de destruir mi muro, no es nada contra ti, o contigo, es solo que no quiero que nadie ni siquiera siquiera lo intente -Eres una cobarde, Amanda -¿Cómo me dijiste? -Cobarde, y no me mires de esa manera, sabes que es verdad, estas tan atemorizada que prefieres aislarte, y me gustaría decirte algo princesita, por mas que te escondas no estas exenta del dolor, no lo vas a estar jamás, cuando menos lo pienses tu misma habrás derrumbado tus muros, cuando menos te des cuenta tu misma los habrás tirado al piso porque te habrás dado cuenta que estado enamorada, no va a ser necesario que nadie más lo haga- Espeto apretando con fuerza el volante -Eso no va a pasar- Balbució mirando en dirección a la carretera por la que andaban, le costaba ver a Mike después de lo que acababa de decir, le costaba incluso compartir el mismo auto con él Mike era alguien peligroso, Mike era una amenaza para su muro Las siguientes casi doce horas, Mike y Amanda permanecieron en silencio, ninguno quería emitir sonido alguno, el ambiente dentro del auto se había vuelto tenso y ni siquiera Artic Monekys, había conseguido apaciguarlo con sus canciones, ambos sabían que tenían razón, ambos sabían que estaban metiéndose en arena movediza, inmiscuyéndose en vidas de las que no tendrían por que saber nada Amanda sabia que el primer error era interesarse demasiado en alguien, y el problema era que en ese momento se estaba mordiendo la lengua por preguntarle a Mike mas de si mismo, él llamaba fuertemente su atención, quería conocer su historia y el origen de sus teorías , algo la incitaba a acercarse al fuego incluso con la advertencia de estar a punto de quemarse Y por el otro lado, Mike sintió que cada palabra que soltaba, no era solamente para Amanda, si no para si mismo, como si por primera vez estaba diciéndose todas las verdades, como si se estaba diciendo todo lo que durante tanto tiempo había estado ignorando, lo cual lo desestabilizaba, porque a pesar de tener la realidad puesta en perspectiva antes sus ojos, no sabia que hacer con ella, como con la mayor parte de su vida que se había ido al carajo hacia mucho tiempo La diferencia entre Amanda y Mike era, que Mike sabia que no podía evitar el dolor, y continuaba por la vida como si nada a sabiendas de que él no podía cambiar la realidad, en cambio Amanda vivía anhelando algo que la hiciera volver a sus sueños , donde el alma no le dolía y donde todo era bueno, como había sido en el pasado Uno un poco mas racional, ella un poco mas soñadora, pero ambos igual de jodidos Los dos una bomba de tiempo que tenia sus segundos contados -Creo que necesitamos bebernos una copa- Propuso Mike, viendo un letrero de “Karaoke 24 horas” un par de metros adelante -Creo que necesito perder el conocimiento- Agrego Amanda suspirando -Bien, pues vamos por eso- Mike estaciono el auto, y entonces ambos se bajaron y se dirigieron al lugar que parecía más como una cafetería olvidada que como un karaoke -¿De verdad quieres beber trago aquí? - Ella lo miro con desconfianza -No es la zona rosa de la ciudad, pero por mi esta bien, necesito respirar- Se paso la mano por el cabello con desesperación entretanto caminaba hacia la entrada -Supongo que yo también- Se dijo a si misma la chica mientras seguía a un Mike que ya atravesaba las puertas principales Amanda y Mike se dirigieron de inmediato a la barra, el lugar era ciertamente menos peor de lo que parecía por fuera, había una pequeña tarima de madera en la que posaba un micrófono adelante, un televisor a un lado, y una computadora portátil, los presentes parecían todos amigos, todos conversando entre sí, todos parecían despreocupados y felices mientras brindaban -Con que tenemos forasteros- Dijo una mujer en cuyo gafete se podía leer Donna, mientras se acercaba a ambos chicos -¿Cómo lo sabe? - Pregunto enseguida Amanda con desconfianza -Cariño, recuerdo las caras de todos los que entran a este lugar, no a menudo tenemos visitantes- Le respondió mostrándole su grande y bonita sonrisa -Dos copas de aguardiente- Pidió Mike -De inmediato- Dijo Donna -¿Aguardiente? -Si, aguardiente, lo necesitamos, y deja de ver a todo el mundo de esa manera, no son malas personas, ¿De acuerdo? -Eso tu no lo sabes -Pues confió en ello -Bien- Amanda apretó los labios -Aguardiente, limón y sal- Donna llevo los tragos y aperitivos al par de chicos- No duden en llamarme si necesitan algo mas -Yo creo que otra ronda, pronto- Pidió Mike ya habiéndose bebido la copita de aguardiente -Un par de rondas más- Sentencio la chica poniendo la copita ya vacía nuevamente sobre la mesa -Traeré media botella- Donna sonrió -¿Sera que nunca deja de sonreír? - Inquirió Amanda hablando de la mujer -¿Qué sentido tendría la vida entonces? - Contrataco Mike Tras llegar la botella, Amanda y Mike comenzó a beber con desesperación, ya pesar de que Amanda no era muy buena con el trago, se llevó todas las copitas necesarias a la boca hasta sentir que comenzaba a marearse, porque era justamente eso lo que quería , perderse de la realidad, y olvidarse que quien estaba sentada frente a ella era Mike y no Chris, su Chris El que nunca debió haber muerto              Mike por su parte, bebía para ver si el trago le daba respuestas a sus preguntas, para ver si podía saciar esa sed de redención dentro de él, para ver si era capaz de alivianar sus culpas y cargas que últimamente se convertían en algo demasiado pesado de sobrellevar -Mike, no creo que sea capaz de beber un trago más- El juicio y el conocimiento de Amanda ya estaban gravemente afectados, veía todo borroso, el lugar le parecía encantador y podía jurar estar viendo a uno de los hombres del fondo guiñándole un ojo -Vamos a bailar princesita- Mike le tendió la mano, también estaba mareado, pero no lo suficiente como para no saber lo que estaba haciendo- Donna, volveremos por media botella más en unos minutos -Está bien cariño- Le respondió la mujer haciéndose una nota mental para no darle mas trago al par de forasteros que le parecían un tanto extraños Un ritmo latino sonaba por los altavoces, una bachata que los obligaba a juntar sus cuerpos y mover las caderas al ritmo de la música -No se bailar esto -Yo menos, pero no importa Amanda- Aseguro Mike mientras apretaba mas a Amanda contra si y unía sus brazos en la cintura de ella La chica puso sus dos brazos alrededor del cuello de Mike, y se quedo allí, aspirando de ese aroma de él mientras simplemente se movía al compas de la música, y disfrutaba del roce de los cuerpos, y quizás era el alcohol en su sistema, la música que le parecía adictiva, o tal vez tan solo se trataba de Mike, pero no quería que aquel momento se acabase, no quería salir del sitio y no quería que Mike se apartara de ella El problema era, que el rostro de Mike a veces le recordaba al de Chris, y era difícil tener claro con quien era que estaba bailando -Por favor bésame- Le suplico mientras una lagrima se caía de sus ojos Mike se apartó levemente, observo su rostro, ya pesar de las reglas y todo lo que se con prometido, la beso, enredo su lengua con la de ella, y se adueño de la boca con sabor a aguardiente de Amanda -Te amo Chris, te amo con toda mi alma- Dijo viendo a Mike a los ojos Mike sabia que aquello no se lo estaba diciendo a él, Mike sabía que Amanda estaba borracha y que se creía bailando con Chris, el chico tenia claro que no era él quien debía estar allí abrazando a Amanda, ni estrujándola contra sí, sabía que ese no era su lugar, sin embargo, esas palabras de la boca de la chica Puesto como algo narcó Y se las iba a guardar para siempre, incluso aunque no fueron para él -Yo también te amo- Le susurro al oído Por esa noche, iba a permitir que Amanda volviera a vivir su sueño.   
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