32

4177 Palabras

Mi mala suerte nunca se acaba. He despertado en una habitación llena de juguetes sádicos. Mis manos están atadas a cada poste de la cama y los pies igual. Tengo una mordaza en mi boca que impide que pida ayuda. Estoy aterrada. Trato de gritar, pero es inútil. —Nadie va a escucharte, las paredes están insonorizadas. La luz es tenue, no puedo ver su rostro, pero su voz. Sé que la he escuchado antes. ¿Dónde? —Todo iba tan bien, hubiera sido mejor que no volvieras a Madrid. —Se quita la gabardina. —Hace calor aquí abajo. ¿No tienes calor? —intento decir algo, pero la mordaza me lo impide —No te escucho ¿Qué dices? —me quita la mordaza. Enciende todas las luces, y lo veo.   ¡Madre mía! —¿Usted? ¿Por qué? Su rostro asoma una sonrisa. —La pregunta correcta es ¿Por qué tú? —¿Por qué m

Lectura gratis para nuevos usuarios
Escanee para descargar la aplicación
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Autor
  • chap_listÍndice
  • likeAÑADIR