Hay un número desconocido llamándome. Lo dejo que suene, vuelve a marcar. ¿Quién será? Tengo la regla de que, si me marca dos o tres veces, quiere decir que es urgente o la persona me conoce. Respondo en la tercera. —¿Hola? —Hola. Natalia, soy Lucas. Disculpa que te moleste, he robado tu número. ¿Puedes tomar un café conmigo? Quiero proponerte algo. Su llamada me desconcierta y aún más que me pida tomar un café con él. —Ah, sí. Solo que por ahora estoy en el instituto. Salgo en una hora. —Está bien. Iré por ti. —Ok. —¿Quién era? —Pregunta Judas. Le escribo la dirección. —Lucas. El hermano de Francisco, de la fiesta de tu amiga Elisa. Abre los ojos como platos. —¿Por qué te llama? —Me invitó a un café, dice que tiene algo que proponerme. —Eso es sospechoso. ¿Y si te pide sa