Al Paraíso había sido arreglado exclusivamente para este día que por meses se había planeado. Después de que Leo le volvió a pedir matrimonio a Matilde mientras cabalgaban por la Laguna que tanto les gustaba visitar, una ola de planes tanto de reparación como de boda se instalaron en la gran hacienda de La Serena. Toda la explanada central del lugar había sido remodelado para albergar a las 200 personas que estarían presentes en dicho evento, y no, no se trataba sólo de los socios internacionales sino de todos los trabajadores y personas que habían visto el amor de ellos dos crecer, prosperar, separarse y ver como habían formado una familia tan bonita y feliz que tenían que estar ahí para desearles lo mejor, pero y sobre todo para cerrar por fin ese capítulo de su historia. Con 20 mesa