Las buenas noticias siempre vienen acompañadas de otras mejores; Matilde y Leo ya se merecían las suyas. De todos los misterios alrededor de ellos, uno estaba a punto de resolverse de la manera más genial e increíble, algo que prácticamente nunca se esperaron. Una llamada de su tío, José Miguel De la Torre interrumpió le momento creativo de Leo dos días después de ir al doctor con Matilde a ver el ultrasonido de su próximo bebé, algo que por el momento lo mantenía de buen humor y estable en su estado de ánimo. —¿Bueno? — contestó sin prestar atención. —Leo ¿tienes posibilidad de ver a Matilde hoy? — le dijo en un tono tan urgente que lo alarmó. —Sí, claro.— —Dime donde los veo y lleguen ahí los dos al medio día.— Leo le pidió a su tío que se vieran en la galería de Matilde y lueg