Las campanas seguían tocando a lo lejos y el ruido comenzó a molestar a Matilde a tal grado que un fuerte dolor de cabeza le llegó de pronto. El cuerpo pesado de Matilde reaccionó y más dolores se agregaron al de cabeza haciendo este despertar un poco molesto. “Mmmmmm” Se quejó mientras trataba de moverse. “Mmmm” —¿Matilde? — Escuchó la voz de Greta—¿Me escuchas? ¿Mati? “Mmmmmm” contestó. —Tomaré eso como un sí.— Le propuso Ella. Matilde siguió moviendo el cuerpo hasta que por fin pudo desentumirse y sentir el dolor por completo. —¡Qué dolor! — Murmuró. —Son pequeñas quemaduras que tienes Mati, no son graves, te lo juro. —¿Qué tengo sobre la cabeza? —Una venda. El cordón de la campana te pegó muy fuerte y te desmayaste, te abrió la cabeza. Te encontraron los trabajado