Helena Mire el recinto perpleja de lo que yo misma había pronunciado, una sentencia de muerte. Pero no tuve arrepentimiento, no había culpa dentro de mi corazón aunque si halle un vacio inmenso, era el hueco del cariño qué algún día sentí por mi querida hermana mayor, la hermosa Jane. Todo ese amor y fervor había desaparecido porqué mi propia sangre me odio al punto de querer matarme y por más que lo deseara no podía perdonarla, ya no, era demasiado tarde para el perdón pero deseaba escucharla, saber que al menos se arrepentía de haber buscado mi desgracia y destruir a nuestra familia, solo quería eso. Baje la mirada para contemplarla una última vez, intentar ver en sus rasgos algo que delatara a la verdadera Jane pero mi esfuerzo fue en vano, solo vi una joven Zarina angustiada y aterr